miércoles, enero 21, 2009

CANTO DEL TRABAJADOR AL TRABAJO

Hace mucho tiempo que no he subido nada a este blog. Otros tiempos estuvieron ocupando mi mente. Otas cosas. Pero, esto que tiene unos añitos...porque no presentarlo, si fueron y vinieron conmigo dentro de las valijas que me acompañaron en tantos viajes. Además, ya les pertenedce a mis congeneres de la Tercera Edad. Ahora yo tambien soy jubilado. Firmaba con Juanqui Vargas. Y, es un canto Al Trabajo. A ese lugar al que llegamos, pese a meterno de salchichas en el tren, pese a correr y llegar agitado, bajo intensa lluvia, sol a pique o viento que te arrastra. Pese a todo, cumplimos con esa tarea, con nuestro trabajo. Para ustedes amigos de la ruta y del llano.

CANTO DEL TRABAJADOR

AL TRABAJO

Siete cantos en un poema

Buenos Aires 1.976

Juanqui Varga

La Sublime Gracia.

I

He llegado a ti.

Por la ley divina que Dios proveyó,

Al cultivo eterno, de sublime gracia.

Creadora infinita en esencia pura

De ganar el pan

Que en la paz bendita

Provees… Trabajo

He llegado a ti, en la vez primera,

Trayendo conmigo,

Candor... inocencia y,

¡El susto consciente!, de saberte justo.

Pesado, insalubre, peligroso y fuerte.

Contagiando vicios... Curador de heridas...

Señor de experiencias.

El Refugio.

II

He llegado a ti.

En tiempo y distancia.

Tenso y angustiado.

...enfermo del alma.

He llegado a ti, buscando refugio,

Con dolor en lágrimas o, risas abiertas,

De sana alegría.

He llegado a ti, buscando paz, música, silencio,

Ternura, calor, y la presencia amiga,

Cordial, solidaria.

Y buscando el consejo...al conflicto y crisis y,

A contarte cosas...de amor, de candores,

Y sentí, que estabas presente y seguro...

Respondiendo a un todo, en mí cuestionar.

El Compañero.

III

He llegado a ti. ¡Ebrio de algún vino! y,

Con las prioridades de cubrir miserias, o

Las necesarias primarias de estatus.

He llegado a ti. ¡Con aire importante!

...Del ejecutivo.

Y a ti he llegado,

Con la humildad del que empieza a verte

Como al compañero de un largo camino o,

¡A la novia joven!, madura y eterna,

Que será por siempre, la fiel... necesaria,

Llamada...Tarea.

La Entrega.

IV

Yo te di, los años mejores de mí.

Yo te di, madurez, juventud, más...

¡Mi cándida adolescencia!

Mis tiempos... ¡Mis credos, pasiones!

...Fuerzas físicas, intelecto...De locas neuronas,

Que fueron forjando, de izquierda a derecha...

Ingenios creativos.

Y, de derecha a izquierda. ¡Fuerzas productivas!,

Que en acción sublime, aunadas crecieron.

Y despojado el ego de ambiciones raras

Me entregue activo, a conjugar al verbo

En tiempo presente, que empieza con...doy,

Y el infinitivo, que se llama dar...

El Valer.

V

Tu, me distes experiencias, horas extras y cansancio.

Un sueldo.

Un modo de pagar mi entrega toda.

Me abonaron -él importe-

Por el tácito contrato que inventamos,

Nos, los hombres.

Para dar un estamento, un valer... A mi sudor.

Más allá, de aquella acción que ejecuta la tarea,

Sin saber ni...preguntarme,

...de mis costos, mis valores.

La Función.

VI

Fui, aquél hombre,

Cuál frió metal, ¡acero!

Precisa pieza que cumple la función,

En alguna parte,

En industrias, en las finanzas, en las fábricas...

En la tierra y los servicios.

En el espacio que ocupé, en ti y, ¡cumplí!,

Hasta zafar por el uso, el desgaste,

Con la precisión milimètrica,

Programada por las ciencias económicas

Que proyecta y planifica el progreso del mañana.

Lealtad.

VII

Mas, quedó en ese tiempo, un espacio.

¡Que llenamos tú y yo!

Con otras cosas, huelgas, paros y protestas.

Las internas... Delegados y otras metas.

Mas, tú y yo, regresamos a nuestra esencia,

Vos, cumpliendo tus funciones...

¡Ser Tarea!,

Yo, sin ningún intermediario,

Ser el hombre que trabaja.

El n n,

Que ejecuta y consolida tu presencia...

Más allá...

Del deambular por la galaxia de los cohetes,

De los ovnis...¡Y satélites!

Y, de los traigas y los lleves,

¡De los dimes y diretes!,

Que vivimos diariamente, en confianza,

De entrecasa.

Solo vos y yo, Trabajo.

sábado, abril 07, 2007

La carta olvidada...

Junio...21 del siglo XXI, año seis. Brunilda; ayer, he sentido el fresquito del aire que me acariciò, y anunciò la llegada del otoño. Mi mirada, se metiò entre las copas de los àrboles, y toquè el follaje, moteandose de rubio, sonreì, y un galope inquietante, me fuè ganando el pecho, y..., no me cupo otra cosa que, buscar nuestro banco, allì, incrustado, entre las ramas del rosedal y..., las acacias frondozas, altas y fuertes, (-del botànico) ¡erguidas, como granaderos! esperando mi visita. Ya no soy yo. Al sentarme, nuevamente -el recuerdo- me envuelve con pasiòn, fuego y ternura y escucho, el susurro de tu voz, ronquecina, temblorosa, que murmura -te quiero..., te quiero y, tus labios, carnosos, jugosos y ardiendo, me rosan el cuello y nos abrazamos con desesperaciòn, y nos metemos, cuerpo a cuerpo, ¡y nos fundirnos...!, arrullados por gemidos. Ja,ja,ja..., ¿te acuerdas Brunilda..., cuando te rompì la blusa?, se rasgò de punta punta, por la espalda y..., tu pièl, desnuda, me produjo un impàcto elèctrico que me cruzò de piè a cabeza, sacudiéndome hasta el alma y..., desprendì, con desesperaciòn la hebillita del corpiño y, morimos en el infinito de un beso. ¿Te acordàs Brunilda?, ¡ah, sì...!, ¡porque todavìa..., te sigo nombrando con todas las letras!, no he perdido la costumbre de -combatir al apòcope. ¡Yo al amor le digo amor! y..., al recuerdo, lo acaricio, lo mimo, lo riego. ¿Te acordàs...?, en nuestro primer otoño, tu cumplias tus quince primaveras. Yo tenìa dos más que tù. Y temblabamos y nos mirabamos y nos sentìamos piel a piel. ¡Y nos oliamos!, ¿te acuerdas Brunilda...? ¡Sin perfumes! nos dijimos, querìamos degustarnos, Ja, ja, ja..., mi lengua recorriendo tus senos..., mis labios, subsionando tu piel, ¡justito en la yugular!, y tù, mordièn dome desesperada y clavando tus uñas afiladas en mis espaldas, dejàndome surcos sanguineolentos. ¿Te acuerdas Brunilda...?, cuando miràndo el rosedal, tu me decìas, con aquella voz de la Piaff..., -las rosa de otoño son la màs lindas, la màs hermosas y perfuman nuestro nidito- Y yo, para que las acacias no se pongan celosas, te decìa, -y las acacias, nos hacen guardia de honor. Y despuès, cuando las sombras caìan, caminabamos por los senderitos, llenando de polvo de ladrillos nuestros zapatos. Yo con el uniforme del Lasalle y tu, con el de Nuestras Señora del Huerto. ¡Arrugados y maltrechos..., por nuestras batalla de amor! Despuès..., en el 55, vinieron todas esas cosas que nos alejaron, ¿te acordàs?, Tus padres te llevaron a Roma y los mios a Parìs. Todo fuè de un dìa para otro. Y nos perdimos. No teniamos a nadie que nos diera un dato. Tu, ni yo, supimos de aquella partida imprevista. Despuès..., me prohibieron escribir a Buenos Aires, y a vos tambièn. Diez años mas tarde, regresè a Buenos Aires y me mostraron aquella carta y supe, " y me he casado, para que mis padres no mueran en soledad y rogàndome que acepte a este ladero, que los contiene en este cìrculo social de prestado, solamente, le pido perdòn a la niña que llevo en la panza, pero, mi amor, mi amor que nùnca olvidarè, es Juan Manuel. Tia, Juan Manuel està en mis sueños, en mis dìas, en el aire de otoño, como solia decirme allà, cuando nos acurrucabamos entre la tibieza del amor, si lo vez tia..., dile que muero de amor y tristeza y que lo querrè hasta la muerte..." Y hoy, Brunilda, con 49 años y tu 47, he venido a poner a punto nuestro banco, nuestro lugar, a quitar algunas hojas al rosedal, y..., a regar las acacias..., con làgrimas, como siempre. ¡Y como siempre te espero!, desde hace 32 años. No, no me casé. No tenía con quien. ¡Ahora ya sè que vendràs!, Ahora que hemos encontrado el correo electrònico..., y al ver tus fotos, siento que nuestro amor, sigue apretujado y aguardando, entre las espinas del rosedal. Y en las acacias robustas, he notado la firmeza del amor inscrustado en la corteza. Y la briza, fresquita y juguetona de este otoño, me ha traído el perfume de tu cuerpo, de tu pelo, del pubis, de tu aliento... Otra vez he leido tu carta, donde recuerdas..., mis versos y, me has contado que a tu nieto..., le has puesto Juan Manuel... Mi nombre. Ahora sè que vendràs. Hay fuerza en el ambiente, las rosas han despertado antes y las acacias, ¡llenitas de flores!, y yo, con algunas canas y las cuentas del tiempo aliñandose en mi rostro, miro con serenidad, tu imágen adolescente. Y los cuadernos de versos y cuentos, amarillentos ya, apilados en un viejo baúl, testigo de mi amor, ansioso y temblando como ayer, te esperan. También, los pétalos que me ha entregado cada invierno el rosedal del Botánico, están escritos, con ternura y, metidos entre los libros que siempre me acompañan. ¡Te espero Brunilda, con el amor en colores vivos que el otoño comienza a pintar, entre un rojo, amarillo, azul y luz! Te espero y te quiero más allá del tiempo, tuyo siempre, Juan Manuel. -en un locutorio de Adroguè, a los 21 dìas del mes de junio del año 2006-

lunes, marzo 19, 2007

...alucinación cuento Fue allí, como tiene que ser...en lo imprevisto. Tenía que -cubrir- una charla sobre El Acuifero Guaraní en Adrogué... Pero, mi nene me recordó... "no te olvides que tenemos que ir a la Casa de la Cultura..., la mamá de Gaby nos invitó, -vá a exponer sus pinturas-" Y fuimos. Alli, el cierre de talleres convocó a una multitud. Cumplimos con -el compromiso de mi hijo y me dediqué a observar el espec táculo. ¡Y fué ahí!,como una argema moenas -mariposa de color amarillo tenue-suave--¡Bella... ¡Bellisima!, se posó, como un péta lo entre la multitud. Hipnotizado, no pude quitar la mirada y tampoco eludir su atrac ción, que me llamaba...me llamaba, como un profundo misterio. Me acerqué a mirarla, y sus ojos..., sus ojos, me miran penetran tes, detràs de sus pestañas entrecerradas. Y ví su templo, don de tenía acumulado sus néctares, que me envolvieron y sometie ron mi voluntad. Algo, me empujaba y me empujaba para acer carme y entregarme al embrujo de su presencia. Me detuve frente a pequeño habitat, que despedía aromas sub yugantes de la conjunción de los extractos y..., sentí morir al susurro de su voz, mientras el rocío de su nectar acariciaba mi piel, y despertó, ¡hasta el último grito de mis sentidos! ¡Sacudí mis neuronas!, me escuché hablar y hablar, y..., también a -la mariposa- que me tenía atrapado y en su bisbeo escucha ba..., abogada, profesora, artesana...artesan...arte... Una vez más sacudí mi cordura y me alejé de su espacio. Y entonces, me cayó toda el agua del Acuifero Guaraní..., que me despertó, y me dedique a mirar a los bailarines. Después, en la soledad de la noche, la sonrisa me cubrió de pe a pa, y pensé, ¿soñé..., o fué una alucinación a la media tarde de un diciembre que recien empieza? ¡No, nada!, me dije como los chicos. -y comencé a teclear sobre el recuerdo de la frágil mariposa, que se fué, despacito entre la multitud. fin JCV

jueves, noviembre 09, 2006

CRONICA DE UN DURO EXILIO-

1 crónica en un duro exilio.

 ¡Ya he caminado más de una hora!,de pronto, me encuentro hablando solo, quiere decir que la molestia, ¡me ha llegado hasta el caracú!
Pienso que, cuando alguien habla solo, es por que lo viene empujando desde adentro, ¡de bien adentro...esa cosa que...,a uno lo tiene cansado!, y, es necesario quitárselo.
 -¡he, diga!- ¿sabe si ésta..., ¿es La Belgrano...?
-¡No sé...?, Yo también la busco. Le contesté rapidito, me cortó el hilo pensador.
-¿vá pál Jilguero?
-Si...
-¡que vientito sea levantau..., diga...
-¡Si, se puso frío!-
-¿faltará mucho?, ¡que barbaridá!, ¡ni un cartelito!, ¡vamo a preguntarle a esa señora!
-¡Señora...,¿falta mucho pá la Belgrano?
-¡Es la que viene!
-¿Y, pal Jilguero?
-¿donde están pagando el Plan...?
-Si doña...
-¡aah, llegan a la esquina, y doblan a su derecha...y, caminan dos cuadras, y, ¡ahí está el clu!
-¡gracia doña...,gracia!, ¿vió diga?, la encontramos.
Agachamos las cabezas y con las manos en los bolsillos de las camperas, seguimos al tranco largo. Una cuadra antes de llegar, vemos el movimiento y la gente en los alrededores. En la Puerta del Club, "El Jilguero"; la gente remolinea entre vendedores ambulantes que ofrecen garrapiñadas, bolitas de fraile, churros, tortas fritas, y, los que anotan para los remises, los que ofrecen los planes para distintas asociaciones, los que reparten volantes para ofrecer sus mercaderías en los puestos que se han agrupado dentro de la cancha de futbol, los que...
-¿vió diga?, ¡cada día má grande...,¡parece la feria de La Salada...,¡hay de todo!
-...y, sí... Mientras respondo miro a mi compañero. Veinteañero. Le sonrio, no ha dejado de hablar, y he estado medio cursi, no he estado a su altura. Casi no he respondido a su charla. Parece que a él, no le importó, o no se ha dado cuenta, o...
-¿Sabe diga?, ¡vamos tarde, ¡mire la cola...! -¡Yson las Diez y media...! -¡Y de aquí nos vamos a la do!, diga.
Miramos para los costados y vimos llegar a la gente como racimos,¡apuramos el tranco, nos colocamos en la cola! La gente llega abrigada. Hace frío. Y la llovizna ha comenzado nuevamente, finita, casi no se nota...,¡pero moja! Estamos sobre la vereda de baldosones de cemento que rodea al club. Miro la calle, el barro chirle la cubre de lado a lado. Los autos pasan despacio, la gente les grita a sus conductores para que no salpiquen. Uno, delante de nosotros grita. "¡Chee, ¿¡porque no hacen un piquete, ¡ayá!", y señala con la cabeza la esquina.
-"¿Y porque no hacé la punta...,que te quedá ahí. ¡Con la manos en el bolsiyo no se manda!" - Le responde otro.
De distintos lugares le llueven repuestas de ese calibre. El hombre sonrie. Y muestra su boca desdentada. Tiene las manos en los bolsillos de una vieja campera y cubre su cabeza con un gorro, con la visera para atrás.
No se dá por enterado y zapatea para calentar los pié que los tiene dentro de unas zapatillas, donde, asoman las punta de los dedos grandes y, muestra unas uñas...,¡negrisimas!
 La gente se inquieta, por que la llovizna arrecia y aplaude, y grita.
Los muchachos de la delegación, los del Plan, se mueven nerviosos. Tratan de ordenar a los asistentes y deciden ponernos debajo del tinglado. 
-"¡dentren,¡dentren...!,¡en órden!, ¡en órden!, ¡como van en la cola...!"- Gritan a voz en cuello.
Miro el número que me entregaron al pasar por la puerta y veo, ¡870..., y por los que faltan entrar, calculo,mil trescientos, mil cuatrocientos, más o menos.
Me distraigo mirando a mi alrededor, y me supera la imaginación, parece una feria donde se excibe a "La Pobreza" ¡en su genuina representación!
Caras tristes lavadas, amargadas, sonrientes, vivarachas, especuladoras.
Las ropas al estilo del bolsillo. Nuevas, flamantes o viejas, ¡y con miles de colores y combinaciones!
Se parece a una exposición del rebusque! ¡Todo vale y nada está fuera de lugar! ¡Cuerpos tentadores! ¡Bien pechugonas! ¡Eso si, sin siliconas! Los pantalones ajustados que señalan nalgas pulposas,¡sobresalientes!, ¡o achatadas, como si hubieran crecido a lo ancho!
Una mujer me pregunta la hora. Antes que responda... ¡Cien voces le dijeron...¡Las doce!, ¡las doce...las doce!
 -¡Las doce...! Agregué, ella esperaba mi repuesta.
"...Y por lo menos, falta una hora para que me toque el turno" Gritó la mujer a sus amigas.
He perdido a mi compañero. Y la gente habla y habla y habla. ¡Sin cuidado!, como los que están a mi lado, pegaditos y pechandonos. Cada vez que alguien se mueve o quiere pasar, debemos achicarnos, y nos apretujamos mimosamente.


De pronto, el que está a mi lado, casi metiendome el humo en la cara junto con el aliento, les comenta a sus amigos; "¡lo ví..., justito doblaba por casa, en un Laguna blanco, ¡nuevito, flamante! ¡Joya!,¡y tiene ese y la cuatro por cuatro! ¡Y tiene guardado en la casa de mi tio, un Sierra!"
 -¿y a cuanto los vende...?
-y a 500 o 600...!
-¿y vo, vendite el tuyo?
-¡Noo, le quiero hacer lo papale...!
-¡tené cuidado, que, el que hace lo papele en el barrio, pertenece a la gorra...!
-¡sshhh, ¡ya lo tengo junau, por eso toy tranquiliito. -¡mi primo me vá a coneta con uno...!
-¡Cheee, ¡¿lo agarraron a tu pariente...?
-¡sii, el gil, se asutó!
-¿y como fué?
-...y abrimos una casa de ahí cerca.¡No yevamo todo!, entonce, el yebava una TV y una compu, y, ¡se había metido la cadenitas de oro y otras chucherías en los bolsiyos, y yo y el Issmaél, ¡ibamos recargau loco!, y, ¡justito, justito...!, ¡do patruyeros!, nos quedamos quietitos, ¡ibamos por el medio de la caye! ¡Lo canas se volvieron a todo trapo!, y, Yo largue todo y corrí, y lo veo al ismaél que corría pá el otro lau, y el gordo, ¡se quedó parado!, largó la TV y lo otro, ¡y lo patruyero lo pasaron por arriba!, ¡el; que lo yebaba con tanto cuidau! ¡Lo canas lo hicieron de goma!, ¡la aplastaron a la TV y la compu! Yo me metí por entre las casa, y, una señora me dijo... "¿que te pasa...?", ¡justito me agarró saltando las rejas...!
-¡me sigue la cana!- Le dije. Y eya me dijo... -"¡dale, corré por ayá..." -me dijo, y señaló un caminito, salí a otra casa, y, ¡de vuelta un chabón!, -¡me vió cuando estaba saltando...! -"¡heee, ¿que pasa...?" - me dijo. ¡Y yo le dije, ¡me persigue la cana...! -"¡dalee, ¡saltá pà ayá y corré pà quel lado", -me dijo...,y, ¡sali loco!,¡salí!
¡Entendí perfectamente que hacían los muchachos! Y ya estaban prendidos todos los de alrededor en la charla. Y, como un convite al ego...,empezaron a contar sus aventuras delincuenciales.
Me corrí despacito, como para no distraer. ¡No me cabía el asombro, ni a ellos la discreción! ¡Nos salpicaba y ensuciaba el mismo barro!


Me alejé unos pasos y me subí al observador, al mangruyo de la vida y poco a poco me puse enfrente, digo, desde la azotea intelectual nomás, ¡y me miré! ¡La pobreza nos uniforma!, nos vá tiñendo con un gris fumee, y nos dá contextura y aroma. Me dije, pensativo y tristón. Me miro en esta pobreza, en esta consecuencia de los tejes y manejes de los que nos han sumido en la decadencia, ¡nos embarcaron a todos en la crisis, que nos quitó el trabajo!


 Sacudo la cabeza. ¡No quiero pensar como un exiliado. ¡Eso fué! ¡Ya soy del barrio! ¡Ya estoy con todos haciendo la cola para cobrar el Plan!, y llenando los huequito del espacio bajo el tinglado que nos cobija de la lluvia... Y un poco del frío.
¡Ya pertenezco al medio! Escucho que se rien, hablan con voz alta, se hacen bromas y cargaditas de todo tipo. Se envían saludos, mensajes, ¡a dos metros de distancias...por celulares! Y al tomar confianza y pulsar al que tienen enfrente, se citan para la próxima vez. ¡Simplemente, por recaudo y proponen...! -" la próxima, cuando vengamos a cobrar...,venimos juntas porque, no quiero salir sola, ¡por las dudas...¿vistee?, ¡a la Antonela, la abrazó un chabón, le puso un cuchiyo en la garganta y le tuvo que dar todita la plata!, ¡así como la retiró de ventaniya! "


¡Alerta!, ¡alerta, me susurra la prevención! Y hago lo mismo. Sonrío, y comienzo a mirar alrededor, busco una cara confiable, miro para donde estaban los muchachos de los coches, tienen pinta de chicos buenos. Los tres o cuatro del grupito visten con ropa deportiva, zapatilla de ciento y pico de pesos, ¡toda la platita del Plan no le alcanza para comprarlas!, se me ocurre, y todos, con los gorritos dado vuelta, con la visera para atrás.


Me tocan el brazo. No me sobresalto, ¡no!, no es tiempo ni momento.
-¡diga, ¿quiere...? Y me pone una bolsa de papel cremita, ¡llena de churro! frente a mi cara.
-¡agarre diga!-
Meto la mano y saco uno. -automático- A mi lado, atráz, adelante y más acá y más allá, ¡casi todos, comiendo algo! Los vendedores se están haciendo el agosto. El que no come, fuma o masca chiclets... Otros, tienen escondidos entre las camperas un cartoncito de vino, o una petaquita. Y el ambiente se entibia con la despreocupación, la charla animada, las risotadas, los comentarios ruidosos, los chistes y cuentitos, los chismes y planes y proyectos, rapiditos, practiquisimos...,y cargaditas con doble sentido.


Levanto la mirada por sobre las cabezas y escucho;  parece que estuvieramos en una gran pileta, como si fueramos langostas, depredando dignidades.
De cuando en cuando, una cara preocupada parece escapada del loquero, o, espantada por haber llegado a...
Miro para otro lado para no contagiar mi pensa miento. Ni quiero pensar en claro, ¿para que...?, los -ciento cincuenta mangos-  son una niebla espesa, no me deja avanzar.


-¡mire diga...!, lo miro, él también quiere hacer algo y "rajarse del plan", me dijo. Ahora me muestra el número para el turno. Y agrega, -¡temo atento, que ya no toca...!
Mira su reloj. -¡la una diga!, ¿y...?, -¿que le dije diga...,salimos a las do...! Me está mirando, estudiandome de reojo. Lo observo también con el rabillo. ...diga, ¿salimo junto...?, por la dudas...¿vió?
-¡hecho!
-su impección instintiva le marcó "positivo". Y a mi la suya.
-"¡del oocho seteeentaaa al ocho ocheeentaaa...!-¡del ocho seeteentaaa al"
¡Nos atropellamos con los pibes chorros!, me sonrien. Y como secreteando me advierte, -¡ojo jefe...!, salga con alguien, -dicen que están afanando...
¡Me quedé con la boca a medio cerrar! El joven lo notó. "...no se le vaya a dar por ir a comprar en lo puestos...,ahí está la cosa..."


¡Cobramos con mi compañero -diga- y nos tomamos un colectivo! Llegué a mi barrio y empecé a caminar por las vereditas, ¡llena de barro, cascotes apisonados, baldozones, ladrillos y piedras y lajas! Cada veredita hecha como se puede, como se pudo. Y con lo que se tuvo. Llegué a la casa donde vivo.


 Está a medio terminar.-¡bah!, ¡que digo!, ¡a medio empezar!
Llegamos hace cinco año y pico atrás, cuando me quedé sin trabajo. Cuando se fué la empresa en que trabajaba. Y nos vinimos para el barrio, achicando gastos, es decir, para que nos alcance la plata para vivir..., porque, solamente nos quedaba el sueldo de mi mujer, había que reducir los costos, los gastos, entre ellos, los servicios. ¡Había que pucherear y alquilamos!
¡Lejos de los lugares conocido...,y de sus gentes! "Nos quedamos fuera del sistema", y encaramos pál exilio.-¡auch!


 Mis hijos salen contentos, ¡corriendo a recibirme! Son cuatro, dos mujeres y dos varones. ¡Me saltan al cuellos, a los hombros, a los brazos!, están contentos, ¡contentísimos! -¡paapii!, ¡paapii...,¿ cobraste papá...? ¡Cobraste paapii...?, y me muestran un papel. -¡paapii, aqui tengo la lista...,pero, si pagamos todo y compramos todo lo que pensamos y pusimos aquí, no nos alcanza paapi! ¡Aquí sumamos ¡trescientos noventa paapii! Y con ciento cincuenta...?
-Y, vamos a tener que descontar algo, o, ¡no pagar el teléfono, o, la luz! Propone la más chica.
-¡No, corrige la más grande, vamos a tener que comprar menos fideos y menos arroz..., porque si no pagamos el teléfono, no nos vá a poder llamar Cachito...,y sin luz, no tenemos televisión...
-Entonces borremos las zapatillas de papá...
-¡no!, ¡no vé que ya se ven los dedos neenaa?, más vale no compremos jabón de lavar ni la pasta para dientes, ni el champú...
-¡no...!.
-¡no compremos carne...!, que con eso de la vaca loca...
-¡No, ¡no compremos la leche!
-que la caja ya cuesta como 12 pesos. Así, mientras ellas van opinando para la redución de las compras, otro me piden la plata. -¡papii, ¡a ver...,dame el dinero para contarlo..., quiero saber si te dieron justo...!
-Bueno, ¡contalo vos, y después lo cuento yo!, pero, ¡no los arrugue...!


Son los más chicos. Les doy el dinero, y comienzan a contar. Entramos a la casa. Ellos se ponen alrededor de la mesa del living-comedor-cocina y otros cortes arquitéctonico, aunque, los "arquitectos" todavía no concursaron en bienal alguna.


Miro a mis hijos, me hace cosquillitas la panza. Sacudo la cabeza y, los observo, los varones con el pelo largo, desgreñado. -¡duro...!, las caritas medio sucionas, y la ropa gastadita. La nenas igual, el cabello grueso, descuidado. Llevan pantalones y zapatillas, que las cuidan al mango.
No conocen la Peluquería.
La pobreza nos absorvió. ¡Nos chupó! ¡Nos chupó hasta la voluntad!


Miro a mi alrededor, las camas revueltas, ropa por todos lados. Sobre los respaldos de las sillas, sobre los sillones, sobre las camas, sobre los muebles. ¡Y las vajillas amontonadas en la cocina, y arreglada a lo que te criates! Pero, parece natural.
Nos acostumbramos a mirar mansamente. ¡Aceptamos la condición del medio!, ¡de tal forma nos ha condicionado el medio, que...,¡no tenemos bidet!
Nos lavamos el culo con agüa que ponemos en un balde y usamos un jarrito, para echarnos el agua..., haciendo unos malabares de contorsión que...! ¿Y bañarnos...?, ¡ni que decir...!, tenemos el chorro y agua fria, y, como la garrafa cuesta muy cara,¡nos bañamos una vez por semana! Calentamos agua en la olla grande, en esa que cocinamos, y a veces, salimos con olorcito a guiso.


La ropas nos dura también una semanita, sin cambiarnos y la llevamos sucia en el cuello, en los puños, ¡y por todos lados! ¡Más Yo!, ¡los calsoncillos negros!, y mis nenes y las nenas, ¡ya ni sienten la molestias de la suciedad!
¡Con el frío, el olor, pasa desapercibido!, el asunto es en el verano, bueno; también es más fácil el baño, ¡es otra cosa!, pero en invierno, con frió y poca comida, ¡es como que te gana el desgano! Se te acurruca la voluntad en algún rinconcito, buscando el calor. Los gritos de los chicos me distraén.
 -¡paapii, no compremos la garrafa!, ¡vamos a juntar cajones y listo!


 Después, viene una larga discusión por la comida que debemos hacer, para abajo y para arriba, siempre terminamos en, fideos, arróz, polenta o lentejas.
¡Bueno, siempre me toca cocinar! Mi mujer no está. ¡Ella trabaja! ¡Ella! Ella trabaja desde que vinimos a este barrio, ¡ella es la que salva los garbanzos desde que se fué la empresa y quedé sin trabajo!, y después, llegó la insercción en el ceno de la pobresa.


 ¡Recién hace unos meses vino ésto, lo del Plan...! Puse mi orgullo en una cola entre altas llamaradas que lo quemaban, y una vez por mes tengo que incinerarme en una enorme cola!, ¡larga fila!, ¡y a esperar con dos mil y pico de persona a que llegue el camión con la platita!
Y allí, por unas horas parece que estuvieramos en un campo de concentración, a la espera de los alimentos, como en esos lugares, esos que cuentan los diarios, o las revistas, esos que se vé en las fotos, los campos de refugiados, esos del acnnur.


¡Con cinco años entre miserias y sin trabajo, me he acostumbrado a codearme con la dejadez!, ¡física y de la otra! ¡Aquí no existe la dignidad, ni la verguenza, ni el que dirán! Ni la ética ni la estética creativa, ni el respeto...
¡El mismisimo respeto por uno! ¡Por el yo! Que soy yo, ¡el mismo que viste y calza! Bueno, a ojos vista no se vé ¡Nada!, ¡nada de eso!, pá mejor, por los medios nos han bombardeado con eso..., de, los derechos humanos, y nos piden que delatemos y descubramos a los picaneadores, y, han pintado a todos a, los que hay que escrachar pá mantener viva a la memoria.
Hay que idolatrar a los guerriyeros y nos mandan al frente contra los canas, y no hacen jugar a la mancha con la ciega, y nos dan manija con los jueces, y contra los militares. Hay que destrosar al ejercito, y a los políticos, y a los que tienen plata y, que hay que apoyar a los piqueteros y usurpar y quitar empresas y recuperarlas para los pobres, y nos embroyan por la tele, ¡y queseyó y quese cuanto!


 Entonces, a raiz de esto, los muchachos se chorean los bronces, ¡hasta los escuditos que homenajean a las provincias en la avenida 9 de julio!, asi dicen los de la radio. ¡Y todas las placas que se encuentren de proceres y de instituciones..., se llevan los aluminios, las chapas, los caños de los refugios!, ¡cualquier cosa que sirva pá vender!


Los ladronzuelos han hecho causa común con los medios, por eso, se corrió la bola esa: "-cuando tengas un hecho, y si te cazan, ¡llamá a los medios!, y no te entregues, hasta que estén con lo reflectores y la filmadoras enfocandote...No te ensartes, a eso de los diarios no vayas, por que eso, ¡escriben pá el otro día! ¡Vó tené que hacer el ilícito y con el número en el celular de lo muchacho periodista de la tele, ¡apretá y listo! Acordate quelmauro y elfiman no te fayan. Vó visste, eyo negocian por vo, una mano lava la otra...,nosotros le damo la primicia y eyos, no cuidan lasspalda"
Aquí, los valores, tienen medidas especiales. ¡Varas distintas!, que se manejan de acuerdo al momento, al acto, ¡al hecho!


-Hasta digo...-hecho.
-¡Me he contagiado el vocabulario y todo!
-"aquí se camina apuradito diga, y al cruzarse en las cayes, si no son vecinos, no se levanta la vista para mirar las caras, porque, ¡si te he visto, no me acuerdo!, ¿vió...?, ¡por esas cosas, porque sinó, uno pierde la confianza en lo del barrio! y, ¡lo de afuera son de palo!, ¿viò?"


Entonces, me acuerdo que..., llegamos un día, cuando el sol se estaba escondiendo entre las casas a medio construir, ¡y justito lo miro cuando se perdía entre los techitos de chapas de cartón, o de cinc, ¡llenito de trastos!, que después supe que estaban allí, ¡cumpliendo la misión de "peso" para que no vuelen las chapas!
Las casitas con un montón de fierros que sobresalían, esperando que se terminen las paredes, empezadas y sin revocar, mostrando ladrillos huecos y de rafa. Otras, mostraban maderas cubriendo huecos o en un intento de armar otra piesa, "¡todos hechos de a poco!"


Me sobrecogió la maraña de cables, prepeando enredados y, antenas que se superponían. Tanques y tanquecitos y cañería de todo tipo, desde plástico a caños galvanizados, algunos para el agua, otros para el gas...¡unos eran de goma y otros de bronce o de plástico!
Se me encogió el corazón y me agarré fuerte de los muebles que llevabamos en un camión con caja descubierta. Viajaba sentado sobre una mesa y no me dí cuenta de los árboles, un poco más, las ramas, ¡me sacan la cabeza! Pero, me rebanaron el asombro, nada más.


Mientras me sarandeaban los barquinazos, miré los patios, llenos de cosas en desuso y parte de demoliciones, arena, piedras, ladrillos, puertas, gabinetes de heladeras, ruedas de bicicletas, caños, tirantes, chapas viejas y...cosas y cosas y cosas recogidas en las calles.
¡Y bajé la vista a las cunetas y ví el agua que corría, indolente, sucia, ¡negra...! ¡Nauseabunda! Aguantadero del dengue.
Al meternos un poco más, aparecen autos descascarados, ¡desvensijados!, arrimados a los cercos, o dentro de los patios o sobre las veredas, ¡como escondiendose del chatarrero!, y chicos y chicos y chicos, gritando y corriendo, ¡gambeteando entre los perros!
¡Muchos perros!
El camión seguía despacio, sorteando los pozos, pocitos, y huellas profundas.
A medida que avanzaba, buscando -nuestra casa- me achicaba en cuerpo y alma. ¡Se estrujaba el espíritu, y me envolvía la angustia.
En la cabina iba mi mujer con los niños, el conductor aminoró la marcha, pasamos la esquina y se detuvo. ¡Nadie se movió! ¡Nadie bajó! ¡Ni yo!


 Ahí estaba -nuestra casa- ¡como las otras! Construída atrás, dejando la mayor parte del terreno libre al frente. Me distrajo un pedazo de tela que se agitaba indolente, puesto en un hueco para cubrir un espacio sin techo. Y las chapa de cinc con enorme piedras sobre las mismas. También, como las demás...con los hierros asomando, pidiendo que le coloque lo que le falta, y, ¡los cables!, los cables entre cruzados, sobrevolando las chapas del techo, metiendose entre los huequitos y abrazados o enroscados entre caños, o mangueras de goma, para cubrir...el contácto con los otros materiales.


¡Me explotó un flash que me puso en presencia de una silla eléctrica! Subí la mirada, vi un tanque para el agua..., quieto, como espiando, asediado por caños de plásticos que subían a su boca. De allí, miro al patio, descascarado, de cemento y maltratado. ¡Y choco con el herrumbre de las puertas que cubren desfachatadamente la entrada!


Bajó el chofer desperezandose, mirando para todos lados. Mi mujer abre un candado de la puerta de la cerca. Y después, comenzamos a descargar, ante la mirada de pibes, de perros, y de los grandes que espiaban, apenas asomándose detrás de puertas y ventanas.


El camionero nos entregaba las cosas con cuidado, de acuerdo al cálculo de nuestra capacidad física, aunque, no se si tenía en cuenta que el alma pesaba, pesaba... ¡No me quiero acordar más, ¿¡para qué...?


 Hoy, cobré. Y ya sé que no alcanza para nada. No alcanza, y "¡no hay pique...!" -dicen los muchachos- Entonces, cuando hay Junta, cuando, en las esquinas nos juntamos, las insinuaciones son al por mayor. "¿y, si nos hacemos una changa...?" -las changas son esas, ¡quedarse con lo ajeno! Acercarse a un barrio pudiente y sacar algo pá vender! En mi barrio cada dos o tres cuadras están los que compran plomo, bronce, bochas de heladeras, cartones, diarios, medidores de gas y otros muebles, y; ¡todo los que uno traiga! ¡No se le mira pelo ni marca!
Después, están las ferias, donde uno se instala con la mesita y, ¡vende lo que venga!, ¡pieza por pieza!
Es el sector -desguace y polirrubro- ¡y al menudeo! La feria de San Telmo,¡Un poroto!
Aquí aflora otro tipo de arte. El arte de vivir. -las piezas antiguas o de colección, tienen otros valores que los pone la necesidad, ¡el hambre que cada vendedor ocasional deba contener en su casa!, y como decía mi abuela, ¡el hambre tiene cara de hereje!
Entonces, un jarrón de cristal de Praga, "es un coso de vidrio...", ¡y te dan dos por un peso!


 Bueno, a veces, ¡estoy tentado por acompañar a los muchachos...!, me está empujando las zapatillitas rotas y la ropa de los nenes, las ganas de un baño caliente, los útiles, esos libros que piden, y poder viajar tranquilo...sin andar esquivándole a los guardas, a los controladores, o mesclado con los piqueteros, y deseo, ¡anhelo poder dormir!, dormir, dormir..., sin pensar en el pan de mañana, o..., ¿¡que les hago para comer...?, si, ¡no queda nada, de nada, de nada! Ni pan duro.


¡A veces...,¡quiero volver a salir con los zapatos bien lustrados!, ponerme ropa limpia, ¡perfumada!, ¡bien planchada! ¡Volver a ser cristiano!, de esos que... tienen la gracia de vivir con las necesidades cubiertas, ¡como dios manda! ¡Ser un elegido de dios! ¡Comer un bife con huevos y papas fritas al medio día!, ¡otro a la noche..., y al otro día y al otro... Todos sentaditos a una mesa... despreocupadamente!
Y charlar y charlar, ¡y sacar el cuero a troche moche!
Y, aúnque más no sea, un buen desayuno, como dicen en la radio...o en la tele, -con yogurt, medias lunas, café con leche, dulces, huevos revueltos, ¡mermeladas y manteca...!, ¡hummm, se me hace agua la boca y mis hijos ya se han olvidado del color de la leche!
Mis hijos, cada vez que escuchan como desayunan ellos, los de la radio, o en la tele, ¡tragan saliva!, ¡y eso...!, empuja, empuja, empuja...


¡Quisiera ponerme una camisa a la mañana, otra a la tarde,¡nada más!, y, ¡un pijama!, ¡un pijama para dormir como un señor! ¡Ya no más dormir vestido!, y levantarme y andar todo el día, y volver a dormir con la misma ropa! ¡Más ahora...con el frío!
¡A los chicos no les permito sacarse las camperitas! las cobijas son pocas..., y no hay para remedios, ¡ni...para llegar de apuro al hospital! ¡A más...,por los agujeritos de la casa, ¡el aire entra como chijetazo! y mi madre, ¡siempre decía..."cuidado con las corrientes de aire...mirá que si te agarran, ¡te mandan al hospital!"
Por eso, ¡cuido el detaye!, me levanto por las noches, ¡y voy tapando a los que han pateado las frazadas!, ¡le tengo terror a la tos...!
¡Cuando escucho toser a los niños, pego un salto y...quedo de guardia para taparlos!


He leido en los diarios, y, he escuchado por radio que...,otra vez, ¡anda la tuberculosis...!,y si un vientito te agarra mal parado, y con poco morfi...¡no contás el cuento!
¡Y si no te agarra esto...te agarra la desnutrición!


 Los otros días charlando con el muchacho de enfrente, me dijo, mientras se sobaba las manos, ¡hacía un friioo, entonces me dijo, "¡menos mal que yo duermo con el Pancho y la Antonieta"
-¡tus nenes...?. Le pregunté.
-¡Noo!, me dijo, mientras me señala al perro y a una perrita. -"¡eyos me calientan bieenn...¡que de sinó!, ¡me muero de frio!"
¡Ahora pienso que los perros no sobran!


Hoy es jueves 22 de mayo, estoy en la Salita. Quiero saber si es posible que me atienda un pediatra a los nenes, quisiera que me le haga un chequeo...se me ha dado por saber, ¿que grado de desnutrición, o en que medida están afectados por la falta de alimentación idonea...? Mi mujer me ha dicho, -¡no seas iluso...si los ven parados y corriendo...!-
¡Igual, estóy en La Salita!. ¡Está llena la Salita! ¡No entra ni un alfiler, ya estoy acostumbrado a esperar apretujado, y entre gente con las mismas condiciones!
Sin poner atención en -los detalles- total,¡somos del barrio! Aquí se espera el turno con la bolsa de pan, con la bolsa de la verdulería, con las compra del kiosco, ¡y charlando y charlando y charlando!
Y, sin asombros por los portillos, portillitos y portillones. Nadie se da por enterado por la falta de las piezas dentales del que está enfrente o, las suyas.


¡En el barrio se sabe todo! ¡Hasta la hora de visita del -pata de lana-!
Cuando me llegó el turno, la señora "recepcionista" me preguntó, sin levantar la vista de una planilla.
-¿porque asuunnto...?
-...y quiero que los vea el pediatra...!
-¿yy, que tienen los nenes...?
-¡Noo, yo quiero saber si la alimentación...!
-¿No estan enfermos...?
-¡No, pero yo...!
-¡No, ¡vaya al hospital, pero no a la guardia! ¡Pida turno...y vaya temprano, a eso de la media noche...que sinó, no vá a conseguir turno!, y el turno se lo van a dar para dentro de dos meses...así que vaya sabiéndolo, ¡eh...¿quien siguee...?


Sali cantando bajito y los chicos a los saltos.
¡Mi mujer...ganó! Mis hijos, todavía disfrutan del cobro. Están contentos. Les he dado para comprar caramelos...¡veinticinco centavos a cada uno!
Eso, le alcanza para...¡cinco caramelos para cada uno! Ya han aprendido a comprar, primero preguntan al kiosquero, ¿cuantos caramelos me vende por...veinticinco centavos?


¡Los miro!, ¡han crecido...o están creciendo en este medio!, y me detengo a mirarlos. ¡Ya están mimetizados! ¡Ya tienen el olorcito y colorcito del barrio...gris, marroncito, oscurito, como la tierra!


 El agua de pozo, de la bomba, les ha descolorido el pelo, ya los tienen medio...con ese color a azucar acaramelada, entre rubiona desteñida. O como el arena mojada. Otro medio rojiso, y los colores se expresan en distintos tonos. ¡También la piel! Se les vá...percudiendo, ¡como la ropa!


La ropa se pone negroide. Se les acumula la tierra y se ennegrese.
La piel, es algo parecido. ¡A más...el olorcito, impregna, es la tinta del sello! Van tomando un colorcito, desigual. ¡Unas partes más negritas que otras! Y se les pone áspera y con un montón de irregularidades epidérmicas. ¡Y claro!, ¿como no ván a tener la carita desteñida, si; solamente por las mañanas..., les paso dos dedos por los ojos, con agua tibiecita. ¡Y esa es...la lavada de cara!
Luego, les mojo un poquitín el pelo, como para que no se les quede parado...¡Hace frio cheee!
Entonces, la tierrita en las otras partes, se acentúa, y se introduce en los poros y, y, es como...una partecita herrumbrada, queda más negrita, o, marroncita.
¡Lo mismo que a la rropa...se las vá lavando perezosamente, y queda siempre algo de tierra, del negrito de la suciedad. En el cuello, en los puños, y...en otras partes, y; al plancharlas, es como si, ¡sellaramos la mugre! ¡Mugre y plancha hacen un proceso de...percudir. Es decir; la ropa se pone negroi, con las mugre planchada.


¡Estoy hecho un experto! ¡Ya puedo ser consultor! Claro, el agua sin ningún proceso, tal cual sale de la napa...se la usa...¡hasta para tomar! Y para el lavado...,¡destiñe las prendas!, ¡y valla a saber lo que hace con nuestro organismo!, ¡ni pensarlo! Es decir...si, lo sé. ¡Pero niego que estoy tragando agua contaminada con caca! Y al pensar en mis hijos, la conciencia me aplasta hasta el último vestigio de la voluntad y me quiebra la razón.


 Hoy es viernes 23 de mayo. ¡Ultimo día de clases!, -de la semana- los chicos han llegado buscando con la mirada...algo para comer. ¡Y van a la bolsita de pan! -empiezo a pelearlos- ¡Chicos...dejen el pan, para acompañar la comida...asi, se llenan bien...!",por que, eso de comer arroz y fideos todos los días ...cansa. ¡Me cansa a mi...!
Después de comer, viene la sección, televisión. ¡Otra pelea!
-¡Chicos! ¿no tienen nada que hacer...? ¿Tienen deberes...? ¿Tienen tareas...? Trato de interrumpir de todas formas. ¡Primero la escuela!, ¡gran problema gran! ¡Bien capicúa!, por que, hay que estar arriba de los chicos...por que, ¡sinó...la educación es muy ligerita...ligerita.


Y entre la tele, la escuela, y el medio, te instruyen y te educan pá corredor de liebre. No de bolsa.
Nunca se me hubiera ocurrido, que sería un expectador, sentado frente al aparato con mis hijos, para enterarme de las vidas y milagros de los que pululan en el medio, y cuidar que las nenas no pretendan seguir el camino de esa que promueve para su hija de catorce, maridos grandes, y se desnudan juntas. Así, les embardunan la mente... y las mete en el pozo, donde las sanguijuelas les chupan la pensadera, y las tiene blanditas para la fiesta, ¡bien de gala!
Con esta tele, nos embriagan el intelecto, nos embroyan la identidad sexual, nos hipnotizan, nos seducen, nos explotan y nos someten.
Nos sentamos a mirar, como eyos nos hablan de los otros eyos, y nos meten en sus cuitas y sus depredaciones y sus huecos, y sus miserias. Y me aguanto 10, o 12 horas de cumbia viyera...pidiendo; -¡a ver ¡a ver...¡los pibes chorros!, ¡que levanten las manos...! ¡Y el que no salta es un policía!


Y después, las películas en las carceles, que los transforma a los delincuentes en...heroes y, poraí, te salen los pibes que quieren ser...tumberos, ¡y se llenan de tatuajes! Ya estamos meta droga, meta droga...que ellos le dicen... vitamina, y nos van trasmitiendos con sus gestos, las ondas de la mimetización...y los chicos la cachan, ¡más rápido que chatear!


¡Bah, ¡no pensar más, no pensar más, no pensar... ¡Estamos en el medio de la vida...¡Si no nos aplastan los políticos, ¡nos aplasta la tele voluptuosa! Y la desnutrición intelectual deambula enclenque, enfebrecida, decadente, ¿que más...?


 Estamos completitos. ¡Aparte, esos programas nos juntan la cabeza todos los días pá los premios que engordan la yamada telefónica!, después, ¡todos, todos eyos van a disfrutar de sus virtudes...!
Comen a lo grande, ¡en restaurantes de primera, y bailan y joden y joden!, después, al otro día, ¡nos muestran sus avances y toqueteos sexuales, eróticos y de otros estilos!
Y con la señora que los invita para almorzar con champan, promosiona a las luciernagas de la decadencia, lo bichito de lúz que juegan con luna yena y lobizones, ya estamos sometidos la educación a distancia... porque, como dijo -el presi- donde se toca...salta pú. Y la pobreza es la pú, pá los de la babel que nos muestran por la pantaya chica. ¡Viva la pepa!-¡viva la pepa viva!, ¡viva...!


A nosotros, solamente nos promueven las piqueteadas con almuerzos de oyas populares... entonces, en la pantaya chica nos muestra el noticiero.


 Hoy es sabado...24 de mayo. Anoche, como no podía dormir, pensaba que, ¡somo los único que pagamos de cualquier manera...para ser diciplinados!
¡Es decir, ¡pagamos para que nos desfiguren a palo, con todas las estructuras intelectuales que se les ocurre! Y nos hacen los reyes de la solidaridad, ponemos un cachito con la luz, un cachito con el teléfono, un cachito con el agua, un cachito en los alimentos, un cachito con las patentes, un cachito pá la deuda externa, un cachito con los...¡y un cachito y un cachito y un cachito!
Impuestos. Impuestitos, e impuestazos. ¡Y aparte ponemos un paquete de pulenta, un paquete de fideos, un paquete de leche, un paquete de yerba un...un, un, un...¡todo para los pobres..., que somos nosotros!


¡Todo es una rueda! Esto si que...¡El mundo es redondo!
¡El mundo es una bola...el asunto es, estar en el pedacito ese, donde están los disfrutadores de las explotaciones colectivas. ¡Meta morfi y chupi a costiya nuestra!
Y nosotros, ¡meta pulenta y arroz y planes y más por menos y ropita usada!, ¡cha digo!, me estoy contagiando del discursear politico.


Ayer me invitaron unas vecinas,"-pa hacer un comedor-" -me dijeron. Y yo les pregunté, ¿y como es eso, doña? Y eya me contestó...", ¡y vamo a currar con mis hijos, con lo de eya, con lo suyo y algún otro que se prenda..." -Y, ¿de donde sacamos para cocinar?- -"y hacemo un guiso do o tré días, ponemo unos paquete de fideo y chaú, y despué, yamamo a la tele, y pedimo ayuda, ¡y nos yenan de mercadería!, ¡Como hace la Nely!"
-Si pero, hay que dar de comer todos los días.
-Y bueno diga, le damos de comer a lo purretes y de paso, mangueamo el morfi, y comer hay que comer!"


No me prendí, no es pá mí, prefiero seguir plantando lechuga y zapayitos... que no sé porque, los programadores de planes están empeñados en hacernos... lechurologos.
¿Será pá tenernos debiluchos, y asi, no tener fuerzas ni para ir a cobrar la asistencia?
Yo quería otro emprendimiento, hacer juguetes de madera, cajitas de madera para vinos, para cigarros o..."¡Nooo", me dijeron los del microemprendimien tos, "¡eso es para otros...!, ¡necesitás mucha plata...dejate de boludeces y andá a la huerta, que te damos las semiyas gratis!, y eso te dá de comer..."


 Entonces me dí cuenta que en el éxilio estás pintado. ¿Vio?, ¡hoy es 25 de mayo! ¡Es el cumpleaño de la patria!, pero, ¿a quien le importa?, ni una escarapelita...,y para mejor, ¡al himno lo tienen identificado con el drogadicto con bigote de dos colores!. Y otros, los tocan con música del pisaiola, y, los chicos, le han perdido el respeto. ¡Y los grandes tienen verguenza de cantarlo...apenas abren la boca y se ponen colorados! "¿pero vió don? ¡Meta aplauso y aplauso y aplauso al zurdo mayor de latinoa meríca, y...meta y meta y meta recordar al desertor, que se rajó, ¡como tantos otros...para no hacer la colimba. Y lo acribiyaron en bolivia...¡fusilado por guerriyero...que cosas ehh?, nuestra pobre azul y blanca, y nuestro himno, los han agarrau pal churrete! ,y claro, a los pobres nos quieren sumar a los pensadores desarraigado y resentidos. Y creen que somos todos del mismo palo, diga".
-claro-, pensé, sinó, pá muestra basta un botón-¡viva Perón, viva Perón!


 Bueno, ¡basta...¡basta y basta...!, ¡quiero tirar esta pobreza al baldió de la esquina, ¡alli donde todos van a tirar la basura!, pero, también ahora los vecinos se van reuniendo en asambleas... aúnque, no tienen muy en claro, de que se trata. Me han invitado a la plaza. Los manejadores de estas invitaciones...son instruídos en esas cosas del, escape social, -dicen- por lo tanto, tienen ese perfil politicoide. Pero, ¡ante todo, son muchachos del barrio, que quieren llegar al gran escenario! ¡No están con el Ché, ni con el Castro, ni con ...¡están cansados de ser esclavitos del sistema! Fuí a escuchar. ¡Más de lo mismo! Hay gesto que te indican lo que dijo Ingeniero, en la simulación en la lucha por la vida...se peronean, se peronean...


¡Son como las diez de la mañana... y ando corriendo, tapando las goteras...! ¡No es por que las chapas esten agujereadas!, ¡sinó, que...empieza a calentar el solcito y el techo comienza a llorar...! ¡Un drama! ¡Caé una gota...,¡donde menos uno lo espera! ¡No me salvo ni de una, cuando llueve!, y tengo que andar corriendo con los valdes para colocarlos en las goteras, por que, ¡salpican un montón!, y ahora que hay sol... ¡Ni en el baño podés estar tranquilo!, por que, ¡te caé una gota a traición...y te desconcentra!, pá mejor, yo me siento a leer.
Junto todos los diarios atrazados y leo todo lo que no escucho por radio.
Hoy es miércoles, ¡son las cuatro de la mañana!, ¡fria, friisima madrugada!¡Hace como diez minutos que estoy despierto! ¡Ya me despierto sin ningún tipo de llamador!, ¡lo tengo incorporado!, ¡es el miedo a descansar y...quedar dormido!
¡No me puedo quedar dormido!, ¡no!; sinó,¡mi mujer no llega a tiempo para tomar el colectivo, o el tren! O mis hijos llegarían tarde al colegio, porque, el colectivo no espera, ¡menos el tren!, entonces, ¡a mi, no me cabe hacer fiaca! Y empiezo a trabajar mi cuerpo. Me froto las pierna, el pecho, los brazos, ¡los pie con los pie!, y...me paso las palmas de las manos por la cabeza. ¡Me despejo!
¡Me corro para atráz el pensamiento pesado, el negativo!, ¡lo tiro para el piso! ¡Y me tiro de la cama!, me pongo los zapatos, ¡y listo!


Claro, lo cuento fácil, por que...,¡duermo vestido! Antes de acostarnos, ¡nos vestimos bien!, ¡bien abrigados...con campera y todo!, por que, las cobijas son poquitas...¡Y no tenemos perros ni gatos!, y el vientito silva por entre los agujeritos.


Prendo la garrafa. ¡Uff, menos mal, todavía hay gas!, hiervo una pavita con agua, ¡hay que hacerla hervir, por que sinó!, ¡nos tragamos los agentes contaminadores...vivos!
Digo, los agentes contaminadores, por que no sé como se llaman los bichitos que nos proveen las napas freáticas, las que contienen las agüas servidas...esas con caca. Entonces, escucho por radio, que, ¡hay que hervirla!, así, tomamos el agüita con los agentes-hervidos... Luego preparo el mate.
¡Mate dulce! Enchufo un calentadorcito eléctrico, pongo una chapita, y voy tostando el pan duro...¡si quedó!
Y de ahí, comienzo la mateada. ¡Ah, primero, me lavo los dientes...,por que tengo grabado a fuego, -eso- del olor...del aliento. -¡aah, cada que me acuerdo...¡de ese preciso momento! Y fué allá, en nuestra niñez, que cada mañana...,la señora que nos atendía, porque teniamos una señora que nos atendía y todo..., papá tenía platita, bueno, esa señora... ¡tan preocupada en atendernos bien, a mis hermanos y a mí, que, ¡cada vez que nos servía la leche o la sopa...para que no nos quememos, ¡soplaba y soplaba frente al plato, o a la taza. ¡Y tenía un aliento...! Y yo tomaba la sopa o la leche con un dragón apretándome la panza.
¡Por eso me lavo los dientes, ¡antes de decirles buenos días a mis nenes, o a mi mujer! O, ¡simplemente sonreir...!
Cebo mate y los voy despertando. Y la radio me pone al tanto de lo que pasa afuera. La hora, el tiempo, la temperatura, las cosas importantes, los aniversarios, los titulares de los diarios, los comentarios políticos, los paros, los piquetazos, ¡y todo lo que nos puede interesar al grupo! ¡Ah; ¡eso sí! ¡tengo que buscar un buen rato, por que...el corredor del dial, está lleno de esos que te sacan brujerías, y te hablan de gualichos y de amores raros y te hablan de sanacion y te invitan a orar y a tomar el vaso con agua. Te venden la tierra de israél, y, ¡todo en ese portuñol atravezado y entreverado!, ¡y si te descuidás, te mandan al cielo antes de comenzar la jornada!, pero, ninguno ha tirado la bronca por quitar a la virgencita de tribunales.


Bueno, bah, pero, ¡es una suerte tener radio! aunque...los trasmitidores son siempre los mismos...¡Desde añazos! No se van, como los politicos y los gremialistas, ¡siempre los mismos!, entonces, uno ya sabe lo que van a criticar y lo que van a defender, ¡se tienen que hacer la diaria los muchachos!
Yo, nada mas que los escucho por el timbre de voz, es decir, los pongo como si fuera una mùsica de fondo...y rescato lo que me interesa. ¡Y los diarios!, pero a los diarios, ¡el asunto...es comprarlo!
¡Y la radio te vá aceitando la imaginación, y cuentan las noticias de último momento!, por ejemplo, si hay paros de trenes, y si los colectivos no tienen las gomas pinchadas, y los cortes de ruta..., aunque, los piqueteros ya está divididos y van dejando a la intemperie la ambición y el ego, y el pescado se pudre por la cabeza, dijo el coronel.


Aquel general, él, que se volvería a morir de un patatú si supiera que el movimiento que lleva su nombre, está sumido en la diáspora, dicen los judío, atomización, dicen los viejos peronistas, libanización, dicen los alfonsinistas, dispersión... ¿Como dirían los gauchos? Dirían...se han desperdigau.


¡A las cinco y media ya están todos bien despiertos!, y comienza el duro camino en la vida cotidiana. ¡En pié y sin plata! Chapaleando pobreza.
Y ahí comienza mi trabajo de -¡sargento mayor!- ¡cubrite bien! ¡Abrigate más...! ¿Revisates la mochila?, ¿pusites esto?, ¿llevás aquello?, ¿tenés el gorro a mano?,¡ponete otro saco más abrigado!, ¡vamos,¡vamos, ¡tomen el matecocido bien caliente!, ¡vamos, ¡vamos...¡mirá que hace tres grados...hay vientito, o, ¡está por llover...!
Repito lo que dice la radio.¡Vamos, vamos, ¡ya son las seis menos veinte...! ¡vamos...!
¡Ya están en la vereda, y los veo partir! ¡Se van a poner el pecho a la vida!, y yo me quedo lamiendome las llagas. Impotente. Solo.


Hoy es sabado, con sol, ¡las calles llenas de chicos! Salen a jugar, con pelotas, bolitas, trompos, bicicletas, figuritas, intentos de baile, carreras, y manotazos van y vienen.
¡Música a todo volumen!, de las casa de al lado, de las de enfrente...¡y nosotros!, los varones, los hombres, vamos asomando, como los cucarachones.


 Miramos a los chicos. Luego un saludo, otro y otro y, después, ¡nos juntamos en la esquina!
Las diez...,las once de la mañana, hora de comentarios...¡de los trapitos al sol!
Bocas dulzonas, aguardentosas, mal dormidas, o, ¡cansadas de cama! Y comienzan a apilarse los cueros, ¡listos para la estaqueada!, pero, ¡más allá de los ñanga pichanga de las mujeres con los maridos, nos atrapó, la preocupación de mi vecino de al ladito.
El de la medianera compartida. "¡fijensen usteden...¡al más chico me le agarró el "esquiareti colins..."
-¡ah si...?, nos asombramos los escuchas.
-y si...la madre me dijo que pasaron por una de esa, de comidas rápidas que le yaman...
-¡ah diga- ¡y se comió una hamburguesa...
-asi parece...
Al hombre lo llamó su mujer, con una amabilidad de aquellas..."¡chee, vení a lavar la ropa aunquesea...¡En lugar de estar vagoneando con esos!"
Y apenitas se alcanzó a meter en la casa, un desocupado del pensamiento dijo:
-¿vieron...se quiere hacer -el rico- y que vá a los -makdonal...si los pibes lo único que conocen son "los chori de la estación...", ¡esos que hace el Tucu con los requechos de la quema!...¡ ¿de que esquiaretti colins me haabla...sshhh!?


Y juntó los dedos de la mano apiñandolos y mostrandolo a la audiencia. Con esto me sobró. Hemos entrado en la cuneta putrefácta.


Miércoles, ya no sé que hacer para bancarme el tiempo.-El tiempo- y para matar el tiempo me voy a la Estación del Ferocarril.
Allí, me sumo a Los Pirinchos. Los hombres se van acomodando, parados, uno al lado de otro, sobre algún palo tirado en el piso, o se acomodan en las vía, o, en el cordón de la plazoleta, en hilera.


El sol, a media mañana nos vá quitando el frio que se ha metido de a poco y, nos hace mover los pie, las piernas, como un intento de zapateo en camara lenta. Alli nos vamos juntamos los hombres, sin comentarios. Sin palabras. Mirando el piso, en busca del...macho aquel, que se rompía todo trabajando para mantener la casa.
El que llevaba el alimento. El que formaba de a poco la estructura para el futuro de la familia.
El que llegaba al atardecer, a la noche o, en el tiempo que le correspondía, y su mujer y sus hijos lo esperaban con el mate, el comentario del día, las camisas planchadas, la comida lista, la sonrisa, el abrazo de los niños, ¡y hasta el perro moviendo la cola!
Hoy, una mirada, una palabra, estan al borde de producir un choque.
Donde el hombre sale maltrecho, por que...hay intentos de conato.
Yo escucho. " en lugar de estar empoyando, ¡sali a buscar trabajo...!"
-"¡Si...¡Vos trabajás porque sos mina!"
Y si las palabras siguen, porai, siguen las piñas, por que, la mujer ya no se queda de brazos cruzados, tambièn se vá a las manos.
¿Quien lleva los pantalones? Ja.
-¡abrasevisto!- diría mi abuelita. Y se escuchan algunas otras cosas que hieren feo, con el reproche que produce el cansancio de ser..."la que mantiene la casa".
¡Y con esto, al hombre le han perdido el respeto! Y allí... Pirincheando, se cruzan estas cosa que parecen escritas en el suelo, y cada uno las lee, en ese cachito de tierra, del pastito que bordea los cordones, entre las piedritas que cubren los durmientes, o los rieles, ¡largos y finitos!
Alli van las miradas de los hombres que se estan diluyendo en aquellos tiempos de ser...el hombre de la casa.
Ahora, ¡ni se atreve a mirar el futuro!
¡Ha extraviado la dignidad entre los pliegues de la deuda externas, los muchachos que se llevan el toco y las tohallitas que absorven y esconden el intercambio que condiciona el trabajo con el sexo.


A veces, las traen en automóviles hasta el barrio sus compañeros preferido, el gerente, el dueño de la empresa, ¡ese que está a su lado durantes 10, 12, o 16 horas diarias!, y el marido se vá, o aguanta y lustra la cornamenta. ¡O se mama!


 Los otros días escuché a la vecina de enfrente, en una reunión que había en la junta vecinal, "y si te atropella nomás,¡vos no te pongas dura!, relajate, relajate, ¡total, es un ratito!, ¡y no vás a perder el laburo por eso!
Era una personal treining de la necesidad.
Y ¡a mi también me tocó el San Benito! Mi mujer ya me mira desde arriba, y ha murmurado, ¡ya estoy cansada de ser yo la que traé la comida, y nadie se mueve!
¡Eso es para mí! Ya está absorvida la escencia matrimonial entre las capas de la miseria, y..., el respeto se ha mesclado entre la putrefación de los pozos negros.


Hoy es jueves, ¡llueve, llueve y llueve!, el barro chirlito, ¡salpica hasta cuando pizás descuidada mente! Igual me voy a la calle. Necesito que la lluvia y el vientito me limpien la materia gris. ¡Necesito salir de la fabrica de pobres!, me ha enchastrado tanto el medio, que...,¡hastas las neuronas pensadoras se han teñido!
¡Llueve y hace frio!, mejor dicho, ¡llovizna como nieve! ¡Los pastitos están blancos!, es la escarcha, y la panza chifla.
No me queda otra que cruzar otra vez la alambrada con la púas filosas, y dejar los cachito de orgullo y dignidad. Y enfilo con todos los preámbulos a cuesta, el cuerpo achicharrado, y con las manos en los bolsillos.
Me cubro la cara con una bufanda, la naríz principal mente para respirar. Ya estoy en el lugar donde me voy resbalando despacito para la cola de los parias, los sin padrinos que les hagan abrir puertas.
La cola es para recibir -los alimentos-. Eso que el municipio les entrega a quienes no tienen nada, de nada, de nada. ¡Como yo ahora!
Y la secretaría de acción social, distribuye la -bolsa con alimentos- y entonces me dan un papelito donde dice mi condición y me ponen una etiqueta en el documento de identidad con un número. En ese momento pienso en los judíos.


-y...¡la saqué barata!- Murmuro. ¡Vá, pienso para adentro!, a ellos los marcaban y a la cámara de gas, ¡y a otra cosa! A mi me marcan el documento y a ellos en el brazo.
Pero igual, ¡me están marcando el alma!
Después de muchas preguntas, ¡las de siempre! Me entregan un paquete con fideos tirabuzón de 500 gramos, un paquete con harina de maiz conteniendo ¡un kilo!, un paquete de yerba mate, de 500 gramos y un paquete con azucar de un kilo. La persona que me lo entrega, lo empuja con repugnancia, se le nota en el rictus de las comisuras. Y me dice con voz enérgica, de persona con la panza llena, "podes venir el més que viene en esta fecha". Y salgo con el espiritu degradado, ¡y escarbandome las entrañas veinte gatos enojados!
Entonces, pienso en Cristo, aquél que multiplicó los peces y los panes, y lo quisiera tener a mano para que me explique, ¿como se hace?, ¡dame la formula!, le digo en secreto, por que mis hijos, ¡treinta días con esto...?, ¡y para colmo, ni una cajita con leche! ¡Me acordé de la leche! ¡Regresé sobre mi pudor y verguenza, puse mis visceras sobre el escritorio y pedí. ¿Me podría dar leche, tengo cuatro chicos?
¡No!, me dijo altanero la persona que me tomaba los datos.
¡No, ¡es para los chicos desnutridos! ¡Y miré para donde su amiga, se llevaba todo!


Viernes, el espiritu, el cuerpo y la sociedad, ¡miden fuerzas!, el espiritu se rebela, grita y se predispone a la pelea. El cuerpo, se encoje, se dobla y aguanta, y se yergue. La sociedad, ¡insaciable!, empuja, pide y obliga. Y Yo; me escabuyo por las rendijas de promesas y proyectos, que sustentan los días en busca de la solución, que, me permita regresar al tiempo y espacio que contuvo al ser humano que fui. Por que al pobre...se lo ha tragado, -el que me importa político de los dueños de las bancas y de otras funciones.
Y de la condiciòn humana, solo queda el caparazòn. Y de los que integran organismos y sociedades con chapas importantes, y nos han metido en esa enorme hoguera que consume a la condición social del que menos tiene, y de mis niños, y de los otros y otros y otros...que vamos formando la pila que engrosa el descarte social y humano. Y de paciencias, y de sueños y de cansancios, que hierve, hierve y hierve... cocinándose en el olvido.
Y...observo con tristeza al pobre que tiene trabajo, ese que paga el presupuesto, que se ha erigido en un soberbio rechazador.
Ese que menoscaba al otro pobre que viene chapaleando la miseria, y le pone el pié arriba, pizándole el aguante para que se caiga más abajo, ¡hasta el fondo de la condición social!
¡Que jodido es ser pobre!,¡y no hay vacuna para prevenir...! eso sí, ¡hay muchos programas de ayuda, de esos programas solidarios...pero, deben venir fayaditos, porque, ¡ninguno yega al caracú!, y la pobreza está en el tuetano de la corrupción inteligente, que corre silenciosa entre los güesos. ¡Que duro el exilio en la pobreza, diga...!


Confin.- folletin literario. Director. Juan Carlos Varela Garcìa
Email:confinadrogue@gmail.com
"cronica de un exilio"
autor.- Juanqui
Yo- Adrogué, 2002

martes, noviembre 07, 2006

¿Para que...una bala...? -un mes y tres días que frecuenta el café sobre la calle Junín, casi haciendo esquina con la avenida Quintana, en el coqueto barrio de La Recoleta. Saborea el café irlandès, recostado en las tiritas de plástico que tiene la silla.Los ojos fijos sobre el papél que tiene sobre la mesa. Y miran, más allá, mien tras juega distraídamente con su birome, garabateando monigotes.No encuentra el punto exácto para el final de su novela. Desde que trabaja con la computadora, no puede terminar sus escritos.Cada vez que se sienta y comienza a revisar sus textos, ¡los cambia!, ¡y cam bia todo el bosquejo!, y vuelta a buscar -la palabra.Esto, lo desidió a poner en práctica la vieja costumbre de sentarse en las me sas de la vereda del boliche amigo y, escribir con su vieja estilogràfica y..., desde allí, lo lleva para que lo tipee Angélica.La editora le había pedido el borrador para iniciar el proceso de publicación, y había querido quedar pulcro con ello, y se entregó a la tentación de terminarlo en la computadora...¡èl querìa hacerlo!. Y...,¡allí está!, rearmándo el final...,¡lo ha hecho diez veces como mìnimo!.De reojo miró el reloj de pared, lo tiene enfocado desde su lugar. -las once- mira para la esquina de Vicente Lopez y queda a la expectativa.Espera a las bailarinas que vienen a ensayar a Pigalle, no por que tenga inte rés particular en alguién. No, simplemente las vé llegar, y adivina, entre sus contoneos, las aventuras de su noche anterior. -cosas de la imaginación de uno que escribe...sonrió.Julián tiene sesenta y ocho años, y hace un largo tiempo que dejó de frecuen tar, -la noche travieza- pero, ¡siempre están allí sus frívolas cocechas!Las vé llegar como siempre, risas y carcajadas ahogadas, comentarios cor tados, a media palabra, en fín, todo lo que indicaba el secreto...el sabor único de la picardía.De pronto, alguien cruza en su matinal trote y deja una estela de perfume. ¡Es una invitación para darse vuelta...y seguirla con la mirada!Un cuerpo menudo, enfundado en un equipo de gimnasia color rosado, que se pierde al doblar por la esquina de Quintana.Cuando regresa a su posición anterior, las chicas, las bailarinas, ya han entra do, entonces, vuelve su mirada sobre el bloc. Garabatea, uno, dos, tres renglo nes. ¡No, no, no es eso...!,pero lo tiene ahi. ¡Lo siente!, ¡lo sabe!, está en la puntita de...la pluma el final. Nuevamente el perfume. Se dá vuelta rápido. Ya pasó. No alcanzó a ver la cara de la usuaria. Quedó atento. Calcula que está dando la vuelta a la manzana. Y se tensò, presto a enfocar sus ojos cuando aparezca en la esqui na, al doblar por Vicente Lopez.Esta vez le verá la cara. Sonrìe. Se siente un chico y, sonrie. La vè y...pasò.No viò el rostro. Solo los ojos, la punta de la nariz y la boca que envía el humo hacia afuera. Esperò la otra vuelta, ya sabìa que està dando vueltas a la manzana. Pasó al trote. Y en el aire quedó el encuentro de las miradas. Ella lo enfocó. El la esperaba. ¿Un segundo?, una fracción?. -él, vió sus ojos verdes-claritos, y un riso negro... que se le escapaba por la capucha.Quedó esperando la vuelta. Pero...,un impulso...,¿pudor?, verguenza?, hizo que pusiera la vista en su bloc y comenzó a escribir otra linea. Y con la vista en el papel, divisó, al doblar la esquina el equipo color rosado que avanzaba. Notó el trote elástico. No levantó la cabeza. Solamente escuchó que soplaba, expeliendo el aire, como una consumada atleta. Tres días después, la editorial pidió el final. -lo tenía terminado- Y una vez que lo entregara y le dieran el okey, volaría a Francia, París. Su cátedra y la misión para su gobierno lo esperaban.Envió el trabajo con agélica. Fue a comer a -Don Juan- quería despedirse de la esquina...el pedacito que le prestaba Buenos Aires para sentarse a escribir.Pidió un Bianchi borgoña y un bife de chorizo...,y antes, un chorizo y una morcilla. -aprovechemos- pensó, cuando estemos allá, esto será distinto, ¡ni bife, ni chorizo ni morcilla...!, ni el ombú, ni...¡El perfume! ¡El perfume...! -el aroma que lo había cautivado- está alli, lo siente, lo huele...Está cerquita. No quiere darse vuelta, no quiere mirar. Siente que lo gana un cosquilleo...casi imprudente.El aroma lo atrae, lo atrae y lo hace imaginar el perfil de la mujer.A punto de sucumbir, la casualidad llegó. -escucho a su lado- ¡hola má...hola má...! Dos voces.Dos adolescente se dirigían a la mesa inmediatamente detrás suyo. Se puso de piè y se corrió para que los jovenes pasaran y, aprovechó. Vió el color de los ojos que no lo miraban. Estaban prendido en los de sus hijos.Los jovenes se despideron y al tratar de pasar, él, se puso de pié nuevamen te, dandole lugar. Sintió que los ojos verdes claros, se fijan y, la mirò de frente. Ella le pidió disculpas por las molestias que sus hijos le causaron y, le dió las gracias.El respondiò que no fue molestia...que fue un placer. -treinta y tres, treinta y cinco... penso, y se fijó en los chicos...diesiseis, diesisiete... Llegó a parís, cuando las primeras brisas con olor a invierno jugaban en las callecitas cercanas al Louvre y al Centro de convenciones. -invierno allá, verano acá. -sonrió.Por las tardecitas, después de sus charlas en La Soborna y en la Unicef, se llegaba por el viejo barrio aquel, donde estuvieran Las Tullerías. Se ubica en un restaurante donde encontraban un pedacito de Buenos Aires. Allì no faltaba un bife de cuadril, ni uno de lomo, ni salame ni queso mardel plata, y siempre, un Navarro Correa, un Echart, un Bianchi... Estaba preocupado. Le habían comentado a la mañana que..."te salvastes... tenés un angel protector..."-encontraron la punta de la red de espías, de los que operaban allá..."Está citado para las ocho de la noche. Ahí se enteraría, lo pondrían al tanto de lo averiguado. Cenò, caminò varias cuadras y, se acercò a la oficina de Interpol, donde lo espera el cònsul.Le mostraron fotografía, gráficos, le hicieron escuchar grabaciones de las escuchas telefónicas y, las fotos de la persona que había quebrado la regla.¡Que rompió la cadena y no lo ejecutó!Ensismimados, preocupados, mirándo fotografías y datos, no se fijaron que se le había retirado la sangre de la cara. Nadie lo notó. Tampoco que, le tiembla imperceptiblemente las manos, y que un gesto de los labios, indican asombro y perplejidad."¡La del perfume!", gritó su mente, ¡y era la encargada de ejecutarlo!"...y ahora la están buscando los croatas y los caza recompensas..."¿...y porque, no cumplió la órden...? -se escuchó a si mismo.La repuesta de los presentes fué un ligero levantar de hombros, que significa ba...no sabemos. "...porque estabas listo, según cantan las fotos y los demás chequeos. Te tuvo a tiro corto...¡ahi, ¡listo!"- y le mostraban las fotos de él...,escribiendo, allá, en el café de la calle Junín. Y se quedó con una, le recordaba aquel momento en que se le habían volado los papeles. Ella, había recogido algunos que se los entregó, sin palabras y saltando, como si no pudiera detenerse, como si no pudiera parar.Sonrió.Y ahora escucha la voz de uno de los presente. -"la queremos encontrar para darle una mano, le devolveremos el favor", y terminó diciendo "- vaya a saber ...porque no te liquidó...cuando la encontremos lo sabremos, mejor dicho, se lo preguntaremos, pero, ¡seguro, que saben que terminastes la fòrmula". -Juliàn eran, aparte de escritor-cientìfico, y trabajaba en procesos nucleares.Luego le informaron que, " te hemos puesto dos muchachos". Le habían asignado dos guardaespaldas.Por las noches en París, los ruidos y los murmullos en las calles, se apagan más temprano que en la Recoleta. Silencio. Un guarda quedó del lado de afuera y otro en la recepción del hotel. Un chateau residencial.Leyó algunos papeles, apuntes a mano alzada, cosas para el otro día, y, se sentó, suavemente sobre la cama. Estaba inquieto, tenía la senzación del perfume metido en las fosas nasales...y su cara, y los ojos verdes-claritos, la cabellera enrulada y negra y, preguntandose, ¿porque no me habrá liquida do?...¿por que...? Levantó suavemente las sabanas, ¡y ahi estaba! Una hoja de papél, que al instante la reconcoció. -de su bloc- su letra...-"los encontrè en el aire, verdes claro, irradiaban vida, me enamoré, no sé donde vive, no se como se llama, pero su trote me aceleró el pulso. ¡Me dió una inyección de vida! Ya no puedo correr para ponerme a la par...y debo contemplar tan solo...su vuelo en libertad. Si le digo...que la amo, ¡serìa un crimen!, y no puedo apretar el gatillo a trai ción..".-había escrito aquella mañana.Quedó alerta. Los sentidos se desparramaron por la habitación. Buscan en cada rincón. Sabe que está alli. ¡Lo sabe! ¡Lo presiente! Se puso de pié, fué al baño, y la vé descolgarse a travéz de la ventana.Se extienden las manos, se las toman, se miran a los ojos, se sonrien. ¡Ni una palabra!El, mira para la puerta cerrada de su habitación, que comunica con las demás en suite. Solamente señas y en una hoja de aquél bloc, las preguntas y repues tas. Ella señala un camino y el acepta. Salen. Van a otro hotel, ahí, casi al ladi to.Ella lo acaricia, lo mima. Piden una botella de vino, y otra. El se pierde en sus ojos. Saborea sus labios. Ella lo exita, lo exita. Le muerde el pecho, le razguña la espalda. El se exita, se exita, y vá la tercera botella de vino y...la presión, el ahogo.El corazón se dispara. Se vuelve loco. Se le quiere salir por la boca. No puede respirar. No le llega el aire. No puede parar el ritmo y contoneo del coito. Los ojos se le salen. Quiere gritar.Ella le coloca suavemente la palma de la mano sobre la boca, y se contonea sobre èl y, aprieta. Aprieta con fuerzas para no escuchar el ruido de las respiración. Los pùlmones y el corazón estallan.Ella lo tiene agarrado de los cabellos y se mueve y se mueve y se mueve...El, pegó un salto, con los ojos desorbitados. La boca abierta en busca desesperada de aire y, tomándose la garganta, trata de incorprarse en busca de la ventana. Cae muerto. La mujer se viste, mientras lo observa detenidamente, murmura....para que una bala...?, ¡para que...?

miércoles, noviembre 01, 2006


Diario una crisis
... soy Antonio Mariano García Paniagua, y vivo en la ciudad de Adrogué, en una casa sobre la avenida Francisco Seguí, -entre Cordero y la otra...,no me acuerdo la otra calle, soy el dueño..,.¡bah...
¡Era el dueño de una empresa que ha quebrado, y despuès...¡El tobogán!
Tiempos duros...y estoy casado en terceras nupcias.
Bueno, hubo tiempos en que podía cambiar de autos y...de mujer. ¡O me cambiaban a mi!
Son esas cosas que todavía no puedo descular.
El asunto es, ¡que me ha llegado la hora de la quietud!
En lo afectivo, en lo familiar, porque tengo una mujer que es una potranca, y tengo cuatro chicos que me han cambiado de cuneta.
¡Claro!, "èl es grande", dicen, ando en los sesenta, y todavía me atropellan los instantes de tiempos vividos a pleno.
Tengo buenas pilchas y vivo en una casona, con 8 habitaciones de 10 metros por seis.
Y todas con baños privados. Living grande, sala de estar bien còmoda y biblioteca, "¡de aquellas!", dicen los conocidos.
Tiene dependencias de servicio y un departa mento de dos ambientes para los que nos hacían el servicio doméstico y el mantenimiento.
"Los Caseros", se acostumbra a decir.
Un gran parque delante, pileta de 100 metros detrás, y un garage para seis coches.
Bueno, ¡ya no tengo ni un automovil!
Estas cosas de La crisis. -dicen-
Yo no sé si es La crisis o, la pifié.
Tenía 10 barcos fresqueros. Tenía un haras, me gustaban los caballitos de polo...,y los de Palermo y San Isidro. Y...tenía otras sociedades y, ¡muchos amigos...!, para los asados de los domingo en mi quincho.
Mi quincho de La Village...o el de los campos, o en el country en Mazwich, o los fines de semanas en Bariloche, en Mar del Plata, o Cariló...o, ¡para esas comidas que uno inventa para festejar cualquier cosa!
En todas mis propiedades, mandaba a hacer un buen quincho, eso era referencia de grnades asado, es decir...,grandes reuniones.
A la casa de la calle Seguí mi mujer le hizo hacer un cartelito, sobre madera de cedro paraguayo que decía..."La Village", que todos pronunciaban, -le vilaggg- bueno, algo asi.
Tenía un chofer que llevaba a mis niños a un colegio de esos que..., cobran por la cara que se porta, de los que te cuidan el estatus por una buena cuota.
Ahora no tengo auto, no tengo chofer. Y ahora mis niños van a un colegio del estado.
¡Ya hace un año y pico!, casi dos, que vengo arrastrando la malaria.
Con elegancia y dignidad caminan todas las santas mañan quince cuadra de ida y quince cuadras de vuelta. Dos niños son pre -adolecentes que esperan que me regresen los automoviles que se llevaron "esos ladrones". -eso creen.
2
Mi mujer no tiene sangre europea. Pero es guapa. ¡Linda...!, con unos ojazos de mirar desidido.
Con una boca que trasmite ternura, y se mueve con armonioso andar.
Cada vez que la miro, la sangre galopa. ¡Chaa digo!, ¡no puedo dejar de compararla con una potranca!
Ella me acompaña. Habla inglés y francés.
Estudió ciencias económicas hasta que me conoció, le faltan unas pocas materias.
Es profesora de música y fue bailarina de danzas clásicas.
Ahora ella, yo y los chicos caminamos todos los santos días.
No tenemos empleadas doméstica ni ayudantes para el mantenimiento de la casa.
La Crisis se lleva todo. Es como las inundaciones.
Es como vivir por Pehuajó, por Villega...,el agüa viene y se lleva el sembradío, las vacas, los caballos.
¡Se lleva todo de un día para otro! ¡Que digo...!,¡de un rato para otro!
A mi me agarró y no me dejo ni el casco.
Lo remontamos a nuevecito, y la segunda...,¡arrasó nuevamente con todo!, y bueno, ahí quedó el campo pelado.
¡Ya no vale un pito!
Pero la crisis con el agüa corriendo como loca, es mal presagio.
El asunto es que...la cosa viene mal.
La quiebra me ha dejado en posición desestabilizada.
Estoy en emergencia económica financiera.
¡Ni que hablar!, a veces, no hay para el colectivo ni para el trèn.
Ahora tengo que ir a los tribunales de capital, a los de Lomas y a los de La Plata.
Después que la platita se fugó, los abogados ya ni quieren molestarse.
Ahora miro Yo, los expedientes, y las chicas me dicen "Doctor", claro, no saben que soy "El demandado" o...,que tenía 50 juicios laborales, que vendí el mercedez y el BMW, para pagarles a los muchachos.
Y vendí campos para pagar a los contadores y abogados...
Y " los arreglos" extrajudiciales y demàs extorsiones solapadas.
Vendi las otras propiedades para pagar y pagar y pagar.
Y para mantener el que dirán al día...,¡hay que pagar!
¡Dura la crisis!.
El problema es la comida.
¡La plata para comer!, para comprar alimentos.
No tenemos una sola entrada. ¡Ni una!
Vamos vendiendo chucherías. ¡Todo para la calle libertad!
Hasta dos tapados de piel que María Luisa, me ha dicho... "mejor los llevo a la calle libertad, por que...,ahora no se puede llevar puesto nada de piel, por estooos...De griinn piiss...
Pero lo decìa para aliviar sus penas.
Y bueno, cuando se vende algunos de estos elementos, ¡vamos los seis para el centro!
Primero vemos una obra de teatro en el San Martín, en el Opera o, en cualquier teatro de la zona.
Y luego...,corriendo a un restaurante. ¡Como desesperados!
Nosotros y ellos...,los chicos.
El asunto es que...,ayer me llevé el último camellito que me regaló el Dr. Peña Barreto.
El está en egipto como embajador y me trajo esas chucheràis.
-me dieron 300 pesos, y, gastamos 250 en el restaurante y 30 en el remis.
Nos quedaron 20 pesos y las heladeras vacías.
3
Y, no era para menos. ¡Hace casi dos años que venimos vendiendo!
Y vendimos unos cuantos juegos de muebles a medida y compramos unos más baratitos y sin pedrigué.
Y vendí El Castagnino, y El Quinquela...,y.
También ayer me cortaron el gas.
En el parque de la Villagge siempre hay uno, dos, tres, o 4 coches.
Son los de mis ex empleados que vienen a chismosear...,y, a ver como nos aprieta la crisis.
Nosotros como unos señoritos. ¡Ni mú!
Pero son buenas chicas y buenos muchachos, siempre traén chocolates para mis niños.
Pero, se pone pesado el asunto.
Los de la cooperadora del colegio piden las cuotas, se juntan las boletas de la luz, las de los teléfonos, las del agüa, las de la municipalidad, las del cable, las del...
Bueno, ¡el gas ya murió!
Compramos una garrafa con 10 pesos, y nos quedan 10 pesos para comer.
Pero, pero...,para usar la garrafa, teniamos que cambiar unos chirimbolos, en las conexiones de la cañería para el gas.
El tema es que...,¡no lo sé hacer!
Nos hemos quedado más de media hora con mi mujer, tomando mates, mirandonos y, ¡mirando a la garrafa!. Miràndo a la cocina, y a los caños que la cognetan y...,¡sin palabras!
Estamos usando un calentador eléctrico.
Los niños juegan, abren la heladera, revisan la alacena, dan vueltas y vueltas y van al depósito de comestibles.
¡Nada! ¡Nada de nada!
Don Pablo, la persona que nos arregla el parque y atiende la pileta, y nos hace el mantenimiento, está en el depósito de herramientas.
Ha visto cuando llegó el camión con el gas.
¡Semejante movimiento no pasa desapercibido, ¡ni para la Side!
A través de la ventana lo vemos. Pero, no nos atrevemos a llamarlo.
Sabemos que él, entiende de estas cosas, siempre comenta que...
"le arreglé ésto a los de allí, arreglè lo otro a los de allá" y asi y asi.
Entonces, sabe de que se trata.
Pero, nosotros tenemos otro problema que...,don Pablo, no sé si sabrá arreglar.
Tenemos vergüenza.
Vergüenza por el tema de...,del gas.
Y...,por que hace un tiempo le tuvimos que decir que...,no podiamos mantener el servicio.
El y su mujer eran los caseros. Gente de confianza.
Bueno; vergüenza es algo asi como...,¿como diriamos...?
Es como una cosquilla calentita que se mueve por dentro de nuestro cuerpo...
Como, una cosquilla razguñadora que te hace arder la cara...,y, algunas veces te hace poner colorado.
Y mientras sospesamos la situación, Marisol, de 10 años viene con la solución.
¡Paapiii...!,dice don Pablo que ¿si querés...?, te instala la garrafa...
-¿Que le djistes...?? -lo dijimos a duo con mi mujer para que se entienda mejor.
-¡Yooo...? -nada- el vió al camioncito de la garrafa y vió al otro camioncito que nos cortó el gas de la caaye...
¡Ahora sentimos que el calorcito y el razguñito de la vergüenza...¡Nos quema!
...y la transpiración me está mojando la espalda.
Mi mujer se saca mentiritas en las manos.
Por que no es lo mismo sentir vergüenza desde lejos, a que...,te miren la vergüenza en la cara.
Porque, cuando te miran en la cara...,esquivás la mirada.
La vergüenza es candorosa. No quiere que la miren a los ojos.
Llega Antonella que tiene 12 añitos.
-¡Che papi...,dice don Pablo..., ¿que si querés...?, te pone el gas.
Miro para donde está don Pablo y veo a Alejandrito y a Marcos charlando con él.
Veinte minutos después don Pablo pide permiso y se mete en la cocina con su valijita.
Cambia los picos de la cocina...,hace otros arreglos, luego lleva la garrafa para afuera, hace un pequeño orificio en la pared, coloca una manguera de goma negra y cogneta la cocina a la garrafa.
Es la hora de comer. El ha visto que los chicos han abierto las heladeras...
¡Veinte veces!
Doña Angélica es la mujer de don Pablo, y ella era la que nos cuidaba el lavado y planchado, y mi mujer le tuvo que explicar que no podíamos mantener el servicio.
Igual que a don Pablo.
Pero él sigue viniendo. Y ella, cada tres o cuatro días.
Y siguen manteniendo sus cosas dentro del departamento. Como si no se hubieran ido.
Como siempre...¡Limpia y limpia y...,lava!
Y ahora, pasadito el medio día, está ingresando a la village.
Tienen un Duna. Y tiene celular.
Se comunican a cada rato con su marido.
Doña Angélica llama a los chicos para que la ayuden.
Baja bolsas de coto, ¡y una enorme olla y otras cosas! Y sin decir agüa vá, se pone a cocinar mientras les pide a los niños que preparen unas traviatas con jamón y queso.
Trajo Terma, jugos, vinos, tè, café, yerba y...,¡llenó los estantes de la alacena sobre la mesada.
¡Llenó una heladera y a mi, me trajo un puro!
Los varoncitos estaban con don Pablo, le habían llevado unos sanwichitos y un vaso con vino. -reían- las nenas, servían a su mami, a doña Angélica y a mí.
¡Parecía una fiesta!
Doña Angélica estuvo un largo rato con mi mujer.
"Charlando de mujer a mujer" - según me dijo ella- Doña Angélica. ¡Ah, y me dijo que era su cumpleaños!
¡Ah; y también me dijo..."¡Y no me vaya a decir ni múu deéssto". -y señaló las bolsas que estaban arriba de la mesada, vacías ya.
Ycontinuo,- por que: "usteden, nos sacaron de pobre, nos dieron la casa, (una casita que le compramos en Glew) hicieron estudiar a los gurises y...,¡estamos re- bien!"
Y doña Angélica siguió trajinando en la cocina, fue al lavadero, estuvo en el living, en los dormitorios. Llamó a los chicos y los puso a trabajar, previo pago con chocolates.
Yo sentía que el Carcassone estaba amargo. Que el jamón crudo estaba insipido, que mis pierna se estaban acalambrando, que tenía palpitaciones y...,
mi mujer miraba a la distancia. Allí nomás, dentro de la cocina.
5
También yo sentia como que...Nadaba en el aire. ¡Solo...solito!, y, mirè a mi mujer. -me pareció ver que nadaba más sola que yo.
Claro, es única hija y sus padres andan jugando al tennis con Dios. Yo tampoco tengo familiar disponible.
Desde hace algunos días salgo a caminar al tun tun. Al salir de mi casa, tomo por Seguí para cualquier lado. En la primera esquina; doblo. También para cualquier lado, y; camino y camino y camino.
María Luisa revuelve los guardarropas, aparta para Caritas, aparta polleras y pantalones de las nenas y de los nenes. Los corta, los hace pescadores, o, inventa algún atuendo para las nenas. Luego la emprende con las vajillas y acomoda y desacomoda, loza, cristalería, cubiertos y...,ellos, las nenas y los varoncitos, ¡felices en el medio del desorden!
¡Hasta yo me contagio!, y empiezo a -acomodar- la biblioteca.
Esta semana fuí todos los días a la iglesia a suplicarle a Dios, a Jesús, a la Virgen, a San José, a San Cayetano, a...,y, ¡ni una señal del milagro que espero! Mi mujer también los pide.
Ayer vendí un celular, hoy vendemos otro y el fín de semana venderemos el de mi mujer y, nos quedamos sin comunicación. Por que, ¡ya nos cortaron el teléfono de linea. ¡Las dos lineas!
Han pasado seis meses largos. Ayer Marisol me ha dicho...¡Otra vez arroz...? y Antonella...¡Yo no quiero más polenta!, y los nenes piden pan a cada rato.
Los quedo mirando. Están más flacos. ¡Se nota a la legüa!
He vendido unos trajes. Mi mujer otras prendas. Pero, ¡nada alcanza!
Estamos colgados de la luz. Nos llegó el San Benito. El señor que nos cortó el medidor nos ofreció "el otro" servicio. "Deme 50 pesos para unos cartoncitos de vino y le coloco una térmica hasta que arregle su problema", le ha dicho a mi mujer. Ella que había tenido unos alumno de...particular, le dió los cincuenta pesitos que teniamos para la comida.
Entonces me fuí a la plaza y me puse a escribir ésto. Y he desidido que lo haré todos los días como si fuera un diario. El diario de la crisis. Avanzo.
6
Hoy es domingo 27 de febrero del año 2000. Ya sabemos que las clases comienzan el 6 de marzo, y...¡No tenemos nada de nada para los chicos!, guardapolvos, carpetas, hojas, lapices de colores y negros y lapicera y reglas y escuadras y, y, y...
Son casi las once de la mañana. Día con sol picante. De distintos lugares el viento nos trae el olorcito a asado. Ya han regresado algunos vecinos de las vacaciones. Nosotros vendimos la casa en Cariló, y...,no tuvimos vacaciones, la plata fué para los contadores y los abogados y para los "síndicos de la quiebra", y; todas esas cosas que te fabrican una vez que te caístes. Esas cosas son "causas" o expedientes con...¡Vaya a saber uno!
Y Nosotros estamos cuidando que los chicos no se coman de un saque el pan. Y tenemos unas cebollitas, unas papas y un paquete de arroz...,pero el olorcito al asado nos hace cosquillita en el estòmago. Los chicos pasan a mi lado y dicen...,¡humm - huumm...¡Que olorcito...!
Pero los chicos están más preocupados por los ùtiles que por la comida. Ya se han acostumbrado a comer salteado, ¡y siempre arroz y polenta! Lo mismo que a usar la ropa y zapatillas de marcas extramuros...
Observo a María Luisa. Seria. Pensativa. Yo impotente. Desorientado. ¡Totalmente perdido! La gente que me conoce no se dá por enterado que estoy viviendo La Crisis. ¡Siempre me ven de traje. ¡Bien pulido!, y me siguen diciendo señor, o, don Mariano. Y siguen creyendo que tengo -La torta-.
Me voy a la plaza.
Regreso alrededor de las tres. Me quedé al solcito. En casa no hay nadie. Silencio. Ni una notita.
Espero. ¡Las cuatro de la tarde! Empiezo a preocuparme. Camino en el living. Salgo a la vereda. Miro para todos lados.
¡Las cinco! Pego un respingo de alivio. ¡Ahi están! Vienen cantando los chicos y veo a mi mujer...,¡como diría?, ¿alegre...?, ¿distendida?
¿A donde fueron...?, ¿donde estaban...?, ¿de donde vienen...? ¡Todas las preguntas juntas!
¡Cuatro voces a un tiempo! ¡Fuimos al supermercado!
Miré a mi mujer. Me miró y sonrió.
Los chicos a los gritos. Papii compramos ésto y ésto y ésto, y lo otro y lo otro y lo otro.
Yo estaba deconcertado y preguntaba con los ojos a mi mujer...¿Con que?
¿Te acordás de fulano...? -me preguntó- -un alumno- Vino y me pagó lo que me debía y un mes adelantado.
Nos juntamos todos en la cocina. Rodeamos la mesa que, ¡justamente era ovalada!, fueron descargando las bolsas, mochilas, cuadernos, hojas de repuestos, lapices y lapiceras. Y...,otras cositas de los útiles escolares. Para comer habían comprado carne. ¡Carne paapii! -¡Carne para hacer bifes o milanesas o...
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Mientras María Luisa descargaba, tomates en lata, azùcar, yerba, té, fideos, sal gruesa, aceite, huevos, harina, pàn rallado, papas, cebollas, ají del picantisimo, morrones colorados, ajo y perejil, y...¡vino y jugo!
¡Ah...y se trajo una morcilla y un pedazo de queso gruyere para picar mientras cocinamos!, -digo cocinamos por que yo también intervengo- desde hace un tiempo, con la crisis, yo también cocino. Hago las habitaciones, el living y...¡Lavo y plancho!
Mi mujer llamó a los chicos y les preguntó. ¿Que prefieren...bifes a la criolla o milanesas...?, ¡había para elegir!- ¡hurra...hurra...!, ¡y había para brindar...!
Entonces, ¡ocurrió nomás! Unos milanesas, y otros bifes a la criolla. Y mi mujer ni lerda ni perezosa dijo...
Vallan a un tercer tiempo y vengan con la solución...por que sinó...,¡arroz para todos! ¡Santas palabras!
Corté la morcilla en rodajitas, y les fuí quitando el plástico que las envolvía, por que ya no se usa más tripas, luego corté el queso en daditos o dados
y pan, y para nosotros, una salcita con aji picante con unas gotas de vinagre y un chorrito de aceite, mientras me hacía el bocho con el mediterraneo.
Mi mujer preparó todo. Se habían decidido por los bifes a la criolla. Me pidió que prepara la olla a presión para poner todo de un saque, "y...¡prendé la hornalla del medio!" me dijo, y...
¿Que paasa...? preguntò.
Mientras sigo haciendo nuevos intentos y, solamente salen pequeñas explosio nes...
¿Que pasaa?, vuelve a preguntar Marìa Luisa.
-se terminó el gas- digo con voz de lobizón.
María Luisa gritó. ¡Chicoos...se terminó el gas!
No es La novedad. ¡Ya no! Es la voz que indica...,comiencen el operativo de hacer un fueguito para cocinar.
No lo haciamos en la parrilla del quincho. No teníamos leña ni carbón. Entonces, en aquellas otras oportunidades que nos ocurrió lo mismo, nos vimos obligados a inventar un fueguito.
¡Nos enchastramos de tizne!, ¡nos llenamos de humo y lloramos como unos desgraciados!
En aquél entonces, habiamos conseguido una latita de las que viene la leche en polvo nestlé, les hice unos agujeros a los costados, le pusimos cartón y maderitas de un cajón que trajimos con mandarinas, y...,prendimo el fueguito. Previamente hicimos una base para asentar la olla o la pavita. A esto lo hicimos con unos ladrillos huecos de Don Pablo y, unos fierritos largos que encontramos en el depósito de herramientas.
Pusimos los ladrillos uno frente al otro, a una distancia de un metro más o menos y luego le asentamos los fierritos y en el hueco que quedaba, bastante amplio, poniamos debajo, la latita que nos hacía de brasero, fogón o algo parecido.
El asunto es que de allí salía la llama que necesitabamos. ¡Ah, eso sí! ¡Era todo un operativo ceremonioso!
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El grito de mi mujer avisando a los chicos que se había terminado el gas, era para que iniciaran eso.
Primero; cambiarnos de ropa. Segundo, buscar los elementos. Latita, los fierritos, los ladrillos, cartones, maderitas, alcohol, fosforos.Tercero, los elementos en que cocinabamos, una olla bien negra, una pava, también ennegrecida, lógicamente por fuera. Todo quedaba así, ¡bien negro! Era producto del humo y las llamas que dejaba todo renegrido
Después corría el techo de la pileta. Desmontabamos sombrillas y alguna ropa que pudiera haber tendida. Por que ahora...lavavamos nosotros.
Luego tomabamos posición del lugar. Un espacio del garage donde hacia los arreglos mecánicos y, de herrería, los muchachos que solían hacer el manteni miento.
A partir del aviso de que habíamos quedado sin gas, cada uno empezaba a cumplir una función predeterminada.
María Luisa seguía con los preparativos culinarios. Antonella hacía de ayudante técnica para el armado del fogón. Marisol cortaba cartones en pedacitos rectangulares. ¡A medida! Alejandro cortaba las maderitas, también a medida, y Marcos era el correo entre la cocina y el garage.
Y ahí empezaba la lucha con el medio. Las maderitas y cartones a veces no querían prender, y nos llenabamos de humo,¡y a todos los vecinos y al barrio!
Nosotros llorabamos a moco tendido. Y todos soplabamos y soplabamos y apantallabamos con pedacitos de cartones. La llama no quería subir.
Luego comimos los bifes con olor y sabor a humo, y...,a la goma y otros contaminantes que tienen los cartones corrugados con que hacen las cajas.
Pero, igualmente estaban...,¡riquisismos!
El domingo a la noche nos fuimos a dormir con la pancita llena. ¡Mis hijos saborearon los bifes, y...,¡estubo todo permitido, ¡hasta mojar el pan en la salcita!
Es lunes 6 de marzo. Mis hijos comenzaron las clases. Y en un colegio del estado. No hubo bienvenida por parte de la dirección. ¡Ni un ácto! ¡Nada que indique el día especial del inicio de clases!. Me quedé con ganas de cantar el Himno y Aurora. Mi mujer también.
Nos quedamos en la puerta mirando a los automoviles que dejaban a los niños
y nos sentimos desnudos. Parados en la vereda sin un pobre y descascarado
ford, sin...,una noble estanciera. Y salimos con la cabeza gacha esquivando las baldozas levantadas.
En el fondo estabamos incomodos. Incomodos al ver tantos guardapolvos blancos, zapatillas...,y el muestrario de un deteriorado ropero! Nos quedó grabado a los dos la misma imágen, ya que, dos cuadras despuès nos miramos e hicimos la misma pregunta, ¿te fijastes en la gente?, me preguntò ella. ¿Te fijastes en la vestimenta...?, le preguntè.
También dijimos -¡Siii...!, al unìsono-
Y la observación se transormó en preocupación, en vergüenza...¡En miedo!
Sacudimos la cabeza y metimos las manos en los bolsillos. Mi mujer en un piloto de tela italiana, impermeablizado. Yo, en un Perramus. El día estaba pintando para llover, y fuimos masticando las imágenes de los demás padres.
¡Ninguna preocupación en la vestimenta! ¡Llegaron como los había agarrado el apuro! ¡Hasta en chancletas y pantalones llenos de cal, pintura u otra cosa!.
¡Ni la ducha mañanera!
Lunes, martes, mièrcoles, jueves, viernes. Pasó toda la semana.
¡Durisima para la comida!, ¡y toda una enorme lista de útiles para comprar!
Quedamos aplastados. Para mejor, ¡venían con un hambre...!
A la tarde le pedí el Escort a Pedro, un ex empleado, ¡y me llevé dos televisores a la calle libertad! Dejé el más destartalado.
Hoy es sabado 18 de marzo, y nos levantamos tempranisimo con mi mujer. Es el cumpleaños de Marisol y le preparamos una torta casera. Un biscochuelo que lo preparó María Luisa, lo decoró con chocolate y rellenó con dulce de leche y rodajitas de duraznos en almibar.¡Exquisito!.
Marisol se la pasó hablando del cumpleaños estas dos semanas anteriores y...,con la intención de hacer una mini fiestita en casa, con sus compañeras de grado. Nosotros fuimos explicando que...¡no se podía!
Y que...,si a un hermano le hicimos el festejo a la mañana, a los demás sería igual. Esas excusas que sirven cuando son cuatro hermanos y no hay plata.
Hemos tomado la costumbre de festejar los cumpleaños a la hora del desayuno. ¡Ya es tradicional! La fiestita con invitados pasó al olvido.
A las 6 de la mañana los despierto con mates y luego se higienizan. Ducha rápida, ¡y a festejar! En cada cumpleaños se coloca la torta en el centro de la mesa, servimos la leche, mate cocido, té o chocolate. Según como ande la economía y finanzas. Cantamos el feliz cumpleaño y apaga la velita el cumpleañero.
¡Muchos aplausos! y a saborear la torta. Después, a patacón por cuadra para el colegio. ¡Felices de haber festejado el cumpleaños con torta y todo!
¡Es importante ser una familia de Seis! Para los cumpleaños y para las navidades y fín de año, ¡somos un montón felicitandonos! ¡Somos un montón cantando! ¡Y hacemos chín-chín, nos carcajeamos y nos miramos hasta el último puntito de los ojos y las rayitas de los labios y...!
Domingo 19 de marzo. Parece cosa de brujería. Los fines de semana no nos queda nada para comer. ¡Nada o muy poco! Es decir que lo muy poco siempre es arroz o polenta, o...,cebolla frita con pan.
La miseria ronda y ronda y ronda.
María Luisa ha puesto cartelitos para ofrecerse como profesora de inglés, matemáticas, contabilidad, físisca, química...,la vergüenza la hizo transpirar más de la cuenta.
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A mi me lleva un amigo de "abre puertas". Mi función es presentarlo en los distintos organismos del estado donde tuve relacionado, y de algunas empre sas privadas.
Pero...,no vemos aliciente financiero. ¡No está la platita!
Y hoy es domingo. Tengo ganas de comer un asado como cualquiera de mis vecinos que ya han partido para los country o clubes, o ya están recibiendo a sus invitados. Por que ese olorcito...¡viene de por aquí nomás!
María Luisa ha ido con los chicos al super mercado. Van caminando. Fueron a invertir los dos pesitos que le quedaban. Tiene que traer azucar, harina, arroz y de la vuelta, en la verdulería de la esquina, compra las cebollas que son más baratas.
Con estos elementos comemos hoy y tenemos el desayuno para los chicos del día lunes.
Les tengo que hacer tortas fritas con matecocido. No hay pan.
Me ha llegado la incomodidad interior. La incertidumbre. Ese ingresar en la oscuridad. Me ha llegado...,éso, y me miro en un espejo. ¡10 años más viejo!
Doy vuelta en el living. Me siento frente al ventanal que dá al fondo. Miro los árboles y la pileta. ¡Y más allá de los árboles! Luego, los techos rojos y negros. Tejas Francesas. Ya no hay más de tipo colonial, esas acalanadas, abobedadas.
Regresa mi gente del supermercado. Me levanto de un salto. No quiero que me pille mi mujer en...,pensativo. ¡Por favor...,que no vea al espiritu tambalear!
A ella también se le asoman algunas canas.
Salgo a recibirlos. Abro la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. Ellos también llegan contentos. ¡Cantan y rien!
Marzo ya vino fresquito. Todos vienen con camperones. Agarro las bolsitas del supermercado y otra con cebollas y papas, poco, pero...,¡Marcos saca de unos de los bolsillos una barra de chocolate! Me la diò.
Me mira con una sonrisa picara. "Todo para vos"
Alejandro me dá otra. Y Marisol y Antonella empiezan a descargar de los bolsillos más y más golosinas. ¡Todo sobre la mesa de la cocina!
Miro y saboreo mi chocolate, ¡y muero por saber como consiguieron la plata! Espero que alguién empiece a explicar.
María Luisa saca de un bolsillo de su camperón cuatro hamburguesas. De otro bolsillo, más hamburguesas.
Las levanta triunfal y me las muestra. Los chicos varones también muestran las suyas.
Empiezan las explicaciones... y me quedo, me quedo...me...me
¡Las sacaron de los cartones y se las escondieron en los bolsillos! ¡16 hamburguesas! ¡Cuatro cajas de cuatro!, y después hicieron lo mismo con chocolates, pastillitas y caramelos.
"...y entonces...el timbre no suena..." me comentaban en secreto.
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Hicimos rápido el fueguito. Hicimos papas fritas. Cebollas fritas y pusimos las hamburguesas a la plancha.
Lunes 20 de marzo. Llevé los chicos a la escuela, pero, antes, me levanté muy temprano para hacer las tortas fritas y el matecocido. No podemos comprar la garrafa.
Llevo los chicos al colegio y María Luisa se queda a hacer las cosas de la casa. Desde que no tenemos personal doméstico, hacemos todo entre los dos y a veces, con la ayuda de las nenas.
Todo cambia. ¡Hasta los muebles parecen viejos! Se notan deteriorados. Y afuera, los yuyitos crecen desordenados, como tratando de hacerlo rápido y a escondidas.
Cuando pasé, al regresar del colegio por frente a las inmobiliarias se me ocurrió. ¡Hipotecar o vender la casa!
¡Entré y pregunté!, y, no me había dado cuenta que tenía el embargo con todo los muebles y ùtiles y todo lo plantado, -decía- ¡y hasta que no se liquidara la quiebra..., y según, los del estudio, no apuraban ese expediente por que estaba la casa, y nosotros no teniamos donde ir. -entonces...,eso nos fue costando una venta tras otra. Para tapar y tapar y tapar.
En una palabra, ¡estabamos en la lona y un poquito más allá! ¡Y presos y avasallados por los garfios de contadores,abogados, y...!
Martes 21 de marzo. Mi amigo me vino a buscar. Fuimos a capital para charlar con una empresa que nos ofrece un lugar. Una oficina a cambio de vender servicios para ellos.
El asunto no es auspicioso para mí. Nosotros tenemos que movilizarnos por nuestra cuenta, y solamente nos reconocen los viaticos cuando viajamos afuera. A las provincias. Y éllos, nos proveen de un despacho amueblado. En una palabra. ¡Sientense ahí y busquen trabajo para nosotros!
Salimos de las oficinas medios desinflados. Mejor dicho...¡Desinflados del todo!
Tiene una Nissan 4 X 4 y los piqueteros nos tienen encerrados en el puente Pueyrredón, del lado de la capital. Columnas de atrás y columnas de adelante.
Mi amigo se peleó con los que vinieron a golpear la puerta.
-"¡negros de mierda...,¡villeros sucios...,llenos de humo...!, ¡estos negros están colgados de la luz, del cable, del gas y del agüa...!,¡y nosotros tenemos que pagarselos...!,¡y todavía te vienen a extorsionar...!,¡a secuestrarnos, a tomar nos de rehenes en la calle!". Mi amigo, ¡enojadisimo!
Los piqueteros seguían golpeando a la camioneta. Mi amigo sacó una pistola.
Yo, recostado, indolente, no reaccionaba. Las palabras de mi amigo me tala draban, me taladraban...
"...negros de mierda...villeros sucios llenos de humo...están colgados de la luz...del..."
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Miré a los piqueteros. Embozados, harapientos. Gritaban, levantaban palos, quemaban gomas, y unos enormes cartelones que decían...¡Queremos más planes trabajar...¡Queremos la bolsa de alimentos! ¡Queremos y queremos!
Y... Me ví entre ellos. Un sudor frío me empezó a recorrer la nuca y bajó por la columna.
Mi amigo me miró, y...-"¡No te asustés...! -¡Que a éstos los voy a hacer mierda...!" y me mostraba la pistola.
Los piquetero también la vieron, y empezaron a pelearse entre ellos. Unos los querían sacar de la camioneta, y otros intentaban subirse al capot.
Mi amigo puso la doble tracción, y primera, y empezó a llevarse a todos por delante...,tratando de pegar la vuelta. Lo dejaron pasar.
Regresamos a capital y nos fuimos a La Recoleta a tomar café y unos cognac. El, ¡recaliente!, Yo...,con la dignidad en la heladera
Miercoles 22 de marzo. Le conté a mi mujer el incidente, y lo mal que me sentí.
Ella también se incomodó.
A partir de allí les recomendamos a los chicos. -"...si viene fulano o fulano o, alguien a buscar a papá o a mamá, cuando estemos haciendo fueguito...
tienen que decir que no estamos. -¿entendieron?
-¿Y por que tenemos que decir que no están?
Por que no podemos recibir a nadie por...,con...con, ¡con este olor a humo!
Jueves 23 de marzo. Vino Roque. Un peón que teniamos en el campo de Pehuajó y nos trajo dos garrafas, un poco de leña de ñandubay, dos costillar de ternera, dos espinazos con bifes para deshuesar y los lomos, chorizos, salame, 3 quesitos de chancho, tres o cuatro queso a medio cuajar, un jamón, panceta y tocino, dos rollos de morcilla, y un cajón con huevos
Colgó las facturas en la gambusa, metió la carne en la heladera y acomodó los quesos.
Su mujer nos mandó pan casero. Unas roscas de pascua, una olla con locro,
y, Raúl, el capatáz que teniamos, nos mandó una caja con vino tinto y otra con vino blanco. Un paquete de café en granos, una bolsa con leche en polvo, Y; ¡Doscientos pesos para "Los chicos"!
Roque inmediatamente se puso a trabajar en -una instalación- que le había indicado Raúl. Y consistía en instalar una cañeria para el agua. Ya hacía un tiempito que la habían cortado, y el mismo Roque había quitado el seguro que le puso "Agüas", y...,¡todas las mañanas yo abría la llave de paso en la vereda!.
Con esta instalación de Roque, ¡ya no iré a la calle!, tampoco tendré problema en la pileta, está preparado para un ingreso directo desde la calle.
A las tres de la tarde lo vinieron a buscar a Roque, ¡y me dejó la F 100!, y dijo.
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"Don Raúl dice que se la quede. Adentro están sus botas y las órdenes para cargar en YPF. ¡Ah, y me dijo que no ande pasando necesidades!"
Se fué Roque con Martín, otro peoncito que tenía en Pehueajó.
Viernes 24 de marzo. ¡Hemos desayunado como verdaderos cristianos! Los chicos se dieron el lujo de elegir. ¡Hasta huevos fritos para mojar el pan casero en la yema, y...¡Un rico y aromático café con leche!
Luego saltamos todos dentro de la Ford. La Ford está carrosada, tiene doble tracción y con aire acondicionado. Frio - Caliente. Yo la usaba para viajar.
Fuimos al colegio. ¡Ostentosamente...para que los vieran bajar...! ¡Todos estabamos contentisimos!
Nos fuimos con mi mujer a comprar zapatillas para los chicos, pero, antes nos metimos en un boliche para tomarnos los añorados cartaditos y leer los diarios.
Al medio día fuimos a buscar a los chicos al colegio, almorzamos bifes con papas fritas y huevos fritos. Y nos largamos para la capital.
Al llegar al puente, en Avellaneda, estaban los piqueteros quemando gomas. Pero, del otro lado, nos dicen que están los gendarmes y la policía. ¡Claro...me dice nuestro interlocutor...,hoy es 24 de marzo y la gente quiere marchar para repudiar a los militares y escrachar a Videla, A Massera y todo los represores..."¡Vamos a romper todo...,me entiende diga...¡Todo!".
Doblé despacito y volvimos a La Vilagge.
Sabado y domingo nos dedicamos a pasear en la Ford. ¡Todo Adrogué! Queria que nos vieran...,¡bien montados!
Y bien comido y bién bebido me puse a pensar...-¿Como fabricar plata?- por que...,la provista se termina y yo, con sesenta años...,¡muchas opciones no tengo!, ¡y no estoy preparado para ser piquetero...,ni para ponerme en la cola para los planes trabajar, ni en la cola de Carita, ni...,sentarme en las plazas a jugar a las cartas o a las bochas como un descarte social.
Bueno, tampoco tengo el target para ponerme en las colas de los que buscan trabajo, con el diario bajo el brazo, ni para presentar mi curriculum, ni para peón junior, ni señior ni...
Todos juntos nos pusimos a repasar y quitar el polvo de las carpetas, que al rededor de 100, o más, estaban guardadas en varias cajas, y, ¡las desparramamos sobre la alfombra del living!, y las fuí mirando una a una.
Allí estaban los momentos en que la platita ingresó, se fuè y se extravío.
Allí había nombres de personas y de empresas. Buenos y malos. Y fuí seleccionando alternativas que habían quedado en espera. -en carpeta- como deciamos cuando un proyecto quedaba estancado. Los chicos entusiasmados las repasaban con una franela, y mi mujer hizo buñuelitos y mates dulces.
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Seleccioné algunas y guardamos el resto. Para una próxima ojeada.
La tarde del domingo hice temblar la computadora.
Pasaron 18 días, hoy es jueves 13 de abril. Es el cumpleaño de Alejandro. El mismo proceso que el anterior. Nos levantamos temprano. Un bizcochuelo bien decoradito y con relleno de dulce de leche y los duraznitos. Nuevamente a cantar el felíz cumpleaño y ahora, al colegio pero, ¡en camioneta!
Ya hice varios viajes al interior de la provincia y a Entre Rios. Estoy ofreciendo
un servicio de ingeniería técnica y trato de explotar el viejo rubro de la inmobiliara. Pido campos a consignación, estaciones de servicios y otras yerbas.
Tengo muchos gastos de comidas, gasoil y estadías. Trato de conciliar con las empresas que ofrezco y la mayoría salta. El tema del viático es vidrioso.
Veo poca vida a este emprendimiento. Todos quieren conseguir trabajo pero nadie se quiere poner con los gastos.
Mañana viernes tengo una reunión con el director de una empresa. Si hay convenio podré seguir, de lo contrario, ¡no!
Mayo 17, es miercoles. Y, ¡hace un poco más de un mes que estoy parado! Parece un maleficio, ¡no he podido cocechar un solo pesos!, ¡y tampoco puedo cumplir con las entrevistas!
En casa sigue todo igual. Comiendo a los ponchazos. Mejor dicho, ¡viviendo a los ponchazos!
Pero, más que a los ponchazos, ¡miserablemente!, estoy colgado de todos los servicios, y...,¡ni se me pasa por la cabeza...¡Pagar! -es decir, juntar para pagar- Siento como que, ¡no me pertenece nada de nada!
Pego un salto y quedo pensando eso de...quedar fuera del sistema.
¡Eso me ha dicho María Luisa...me ha dicho...,"¡decile que estás fuera del sistema...!" a una empresa que tendría que bancar los viáticos y me pedía el número de cuenta bancaria o...
¡Y sí!, estoy fuera del sistema por que pienso, ¡siento que las obligaciones se trasladaron a otro sector!, a uno que no me corresponde. Mi única preocu pación es la comida para los chicos, y...,para nosotros.
Ya no corro para ningún banco. Ya no pienso en la DGI ni en la ANSES ni en ningún otro ente recaudador.
Tengo las cuentas de los bancos cerradas. No tengo tarjetas, ni ando todos los días de traje. Ya no tengo la jauría administrativa a la zaga ni a los amigos intimos currandome en la contabilidad, ni inventandome situaciones de riesgo jurídicos...,ni llenandome la cabeza con propuestas.
Ya no. Ahora visto con campera de cuero, pantalones de loniya y las viejas botas de cuero de carpincho que me trajera Roque. Y salvo que vaya a una reunión importante...entonces me trajeo.
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Ahora mi preocupación está en los chicos. Los acompaño a todos lados. Quiero estar en cada pregunta que les ronde las cabecitas y ser el punto de partida a sus despertar en el medio que les toca vivir.
Les ha llegado el tiempo de comparar. ¡Y comparan!. Se empiezan a mirar la ropa.
Hoy jueves, 18 de mayo, he tenido una discusión con el dentista de mi mujer y el mio. María Luisa fué a que le siguiera el tratamiento y le terminara los dos dientes, y los miós que ya deberían estar terminados, y, ¡me ha mandado una factura de un año atrás! -dice que se le pasó por alto- ¡Son seis mil quinientos dolares!
Cuando la ví, casi me largo una carcajada, luego por practicar un poco de oposición y descargar estrés, me fuí al consultorio y discuti. Pelee. Me amargué por que...¡Ya no tenemos odontologo!, ¡ni los dientes!
Nos quedamos con la mitad de la dentadura los dos. Para mejor, ¡son dientes de adelante! ¡Esos que te dejan los portillos al descubierto!, ¡y se vé de lejos!
Este odontólogo, que no le voy a llamar más odontólogo, sinó ¡dentinsta!, nos estuvo haciendo el cuento de los arreglos de conductos y de las protesis fijas y de los implantes, y...,¡nos sacó bastante platita! ¡Y lo hizo de mala fé! primero nos quito los dientes, y luego...¡Esto!
Cuando teníamos...,no había problemas. Total, el problema de él, eran dos o tres pesos más. El de nosostros...Los dientes. ¡La dentadura de artistas! Ahora el problema es solamente nuestro. También la platita y los dientes.
...los presuspuestos de él, ¡eran de esos que por el barrio...no se conocen! Tampoco él conoce nuestro nuevo estado.
Es jueves 1º de Junio. Hace más de una semana que no salimos a la calle. Estamos ocultos desde que tenemos los portillos a ojos vista. Nos pasamos mirando en el espejo y en los que encontramos al pasar.
Y cada vez que estamos mirándonos, me agarran las ganas de comprar líquido para frenos...el tiene un Laguna blanquito.
No hay sentimiento más profundo de un deterioro que, ¡verse sin dientes!. Y no hay sensación más profunda de menoscabo, de minuvalidez, ¡que sonreir sin los dientes delanteros!
Uno se achica. Se esconde detrás de su sombra. Siente el latigazo de las miradas. Y siente la incomodidad que le causa al de enfrente,que,¡hace huir con la velocidad del rayo a las pupilas que descubrieron el agujero denigrador!
y quita sus ojos desconcertados por haber cometido la imprudencia de mirar la boca desdentada. Siente la verguenza del de enfrente. ¡Verguenza ajena!, es decir...¡La mía!
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Por más que vista de traje de alpaca inglesa, zapatos de cabritilla y camisa de seda italiana, la falta de dientes...¡degrada!
¡Asi estoy, Yo! ¡Degradado!
Dejé otro més en el tintero. Estamos en Julio y para las vacaciones de los chicos debimos quedarnos en casa. ¡Vá, ¡que digo?...,¿en casa...? bueno,
el juez ha librado el mandamiento de remate. La deuda es de I47 mil dolares. La casa vale,¡asi, por debajo de la mesa...480 mil! Los muchachos del Colegio de Rematadores de la calle Talcahuano y los de Cangallo, ya la han visitado y han copado la parada. Y me han dicho que, ¡la tienen vendida!
Y hoy es 14 de Julio, estoy con unos franceses empresarios y directivos que están en el país y festejan el día de su independencia.
Estoy haciendo las gestiones para conseguir un trabajo para una empresa que instala redes de agua. ¡Y estoy incomodo, ¿vío...?, por el asunto de los dientes.
Los que me conocen dicen..."¡No se te nota..." Me he dejado crecer el bigote y ¡no pasa nada! Se vé igual que antes. ¡Tengo espejos y luz!, aúnque esté colgado.
Estoy prácticando impostación, mímica y todo lo relacionado para hablar con la boca fruncida.
Lo mismo le pasa a mi mujer. Y la amargura, surca libremente por su rostro.
La pobreza, la miseria vá degastando la convivencia. Aunque uno la quiera tapar, la pobreza se asoma por todos lados. ¡Y se mete!
He perdido credibilidad, presencia empresarial y personal. Deambulo en una franja entre los que tienen y los que nada tienen. Entonces...,¡ni chicha ni limonada! ¡Y las oportunidades no están entre los que nada tienen!, y no puedo aguantar mis gestiones entre los que tienen, por que...,¡no puedo bancar ni un simple almuerzo de trabajo! ¡Ni un Chivas! ¡Ni un Martini!
¡No tengo ni para viajar!
He devuelto la camioneta, no quiero abusar. El campo está dificil, la camioneta es una herramienta.
Un mes más. Estamos en Agosto. Es lunes 28 y el hambre se nota. Los chicos nuevamente están flaquitos. Tengo un especie de...,miedo.
Han llegado Los Vicentinos. Los Vicentinos son...,pertenecen a una congrega ción que ayuda a los pobres, y nos han traído comestibles, zapatillas para los chicos, e Ingresamos en la pobreza computada. ¡Somos Carecientes! Me duele el estómago, el corazón y el espiritu.
Esta Gestión "se la debemos" a doña Angélica que ha comentado...,nuestros agujeros negros.
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también por la gestión de doña Angélica me han prestado una casa. Dos habitaciones, un living, una cocina chica y un baño. No hemos podido sacar nuestros muebles por que estaban incluídos en el embargo.
Los abogados y contadores se están haciendo El Agosto conmigo. " hojas del àrbol caídas...juguetes del viento son..."
Con mi mujer apenas cabe el saludo y alguna conversación de vez en cuando. Ella espera que yo toque un timbre y salga una estructura financiera a mi disposición. También vé que doy vueltas y vueltas en casa. Otras veces veo que no se anima a decirme que...busque trabajo.
Escucho que sus amigas circunstanciales...,las que se consiguen en el medio, donde la pobreza es la reina, le comentan..."mi marido consiguió de remisero, mi novio hace changas de peón de cocina, mi marido se anotó en los planes, el mio consiguió una changa de albañil..."¿ y el tuyo...? ¡El tuyo, soy yo!
Parece que a mi mujer le dá verguenza decir que: "mi marido está en conversa ciones con el gobierno de...,por el tema de la fibra óptica, o está en conversa ción con una cooperativa por el tema de una planta de gasoil vegetal, o...,que el secretario de gobierno del municipio tal, le pidió una empresa para el procesamiento de basura"...¡no, ¡no se anima a decir...!, ¡menos que...,el interventor del municipio que destrozaron y quemaron los piqueteros, allá en el norte, le ha dicho..."andá buscandome una empresa que me organice todo el sistema de documentación que nos han destruído..."
Mi mujer se está achicharrando en la miseria. Y le van ganando el espiritu, se le vá introduciendo el desanimo, carcomiendole las defensas, atrofiandole la voluntad.
La presiona un círculo de otro ambiente, que mina y bombardea su condición enflaquecida y débilitada. "Trabajar...", para ese ambiente...,significa, ¡pala y pico!
Martes 29 de Agosto. Estamos con un frio...¡De aquellos! La casa prestada no tiene ningún servicio cognectado. Ni luz, ni agüa, ni gas, ni telèfono, ni...,ni.
Mi mujer se ha traído el cartelito de La Village y lo he colocado al frente. ¡Bien a la vista! Fué lo primero que hice al bajar del camioncito que nos transportó los pocos elementos.
La casa está entre Calzada, Don Orione, Burzaco y Adrogué. Y hemos llegado con el corazón a los saltos y el espiritu apretujado. Escondidos entre las cajas que iban en una camioneta destartalada.
Ayer, cuando me entregaron las llave, he visto pasar los carritos tirados por caballos que juntan cartones, botellas, ¡y todo lo que uno tira!, y, o ¡también revuelven las bolsas con basura!
Ya el espiritu se me metió dentro de las medias, y...,no quiere asomar. ¡Se resiste!, ¡bien escondido entre los zapatos!
Aquí no es como en la Av. Seguí. Allá no veíamos pasar a nadie.Aquí, desde la ventana que dá sobre la calles miro el ir y venir de la gente, los automóviles, los carritos empujados a mano, a tracción a sengre...humana, y de animal, los perros callejeros que revuelven y rompen las bolsa con basura, los gatos salen en bandas.
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Hemos llegado hace una hora y pico y son las siete de la tarde. Estamos totalmente a oscuras y en la calle toda luminaria encendida, la gente vá y viene. El barrio es muy movido. Se nota la pobreza a ojos vista. La forma de vestir lo dice. Lo confirma. Lo muestra.
Los coches que pasan tienen atados el capot con alambres, otros descasca rados, ¡y modelos de hace veinte o treinta años! Pasan bicicletas y motos de las chiquitas, "las pizzera de reparto a domicilio" y de vez en cuando alguna de mayor cilindrada, pero, también de modelos antiguos.
Son las siete de la tarde y estamos todos en la ventana, desde hace una hora, mirando..., y como estamos sin luz, no nos ven desde afuera.
Estamos abstraídos. Inmersos en la nada. El shoc tiene efecto prolongado. A las ocho menos diez, el más chico ha dicho. "¡Tengo hambre...¿Y ahora que hacemos?". ¡Todos nos miramos!, y miramos a las cajas que nos rodeaban. La más grande dijo. "pero...,¡no tenemos latita ni los fierritos, ni ladrillos...!
Los dos del medio fueron a investigar al fondo y regresaron.
"...hay un garage con una especie de lavadero, está lleno de cosas, pero...¡no se vé nada!"
Mi mujer dijo,"te desocupo la latita donde pusimos el azucar y cartones" ¡Miró las cajas y empezò a desempacar!
Fuí con los chicos a preparar en el garage-lavadero, un lugarcito para hacer nuestro improvisado fueguito.
Mientras mi mujer sacaba las vajillas de uso tipo campamento y los productos para cocinar, nosotros nos dedicamos a investigar el garage y lavadero.
Encontramos un soldenoche a kerosen. ¡Con kerosen!...,encontramos una estufa eléctrica, un calentador eléctrico.
Eran las ocho y cuarto de la noche. Fuimos a mirar el medidor. Estaba descognetado y con los cables accesibles para enchufarlos.
Los chicos me alumbraron con una linternita de un llavero y...¡Luz!
Ya estaba haciendome un técnico, como... ¡colgador oficial de todo servicio!
También congnete el agüa. Tenía el clásico presinto al que Roque me enseñó
a quitar el tapón sin romper nada y colocar un cañito.
Con agüa y luz, la cosa se veía distinta.
Los chicos pusieron el televisor, la radio y el minicomponente a todo trapo, como los vecinos nos inundaban de musica villera, ellos querían contrarrestar el ruido.
¡Buen comienzo en la vecindad...,como en El chavo!
Miercoles 30 de Agosto. Me levanté muy temprano. Cambié los picos de la cocina, descuidada, sucia y vieja. El tema del gás no era colgable. Por que no podía andar cambiando pico a cada rato.
-además...,¡era peligroso...!
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Los chicos no fueron al colegio. Había una especie de...,¿donde estamos...? ¿por que estamos aquí?, ¿que hacemos...?
Había una especie de...,vacio desconcertante. ¡Nos rodeaba la -¡nada de nada!
Los único que se me ocurrió es cebarles mate y acarrearselos a la cama. Primero hice tortas fritas, ¡y con mates dulces...,era una fiesta!
La mañana la ocupamos en realizar limpieza y acomodar los elementos que trajimos. Redescubrimos los que había en las cajas y...¡Volaron las horas!
Puse a funcionar una heladera que estaba archivada. Un lavarropas descas carado. Cambié un calefón a gas por uno eléctrico. Clavé una silla, arreglé un sillón y...
Mis hijos varones andaban re-contentos. Se colocaban a mi lado con las herramientas y golpeaban y cortaban y ajustaban y...rompìan y rompìan.
Las mujercitas con su madre, disponiendos los utensillos y adornos y vajillas y...
A las dos y pico de la tarde, mi mujer me dijo. "Hacete un lindo tuquito...que vamos con los chicos a comprar ravioles!
Ya sabía que "comprar" era a medias. Compraban dos cajas con ravioles y...,hacían un operativo donde les agregaban, ¡cuatro a seis planchas más!
También se estaban haciendo duchos en confiscar mercadería de los supermercados. ¡No piqueteaban! Las robaban. ¡Y Yo...,el complice mayor!
Jueves 31 de Agosto. Tampoco hoy fueron los chicos al colegio. -es que...
¡Estamos como a treinta y picos de cuadras de ida...,y otras treinta de vuelta! Está lloviznando, y la neblina es cerrada.
Nuevamenta tortas fritas y mate, y luego, ¡matecocido con tortas fritas!
Hoy vinieron los muchachos. Mis ex empleados. Quieren que les arme una cooperativa de viviendas creedito y consumo, y una mutual...,me han traído todos los papeles que le han dado en el organismo.
Se fueron. Me han dejado una lucesita que...
Presentaron todos los papeles a la "china Alicia", es la mujer de uno de los muchachos que fue empleado mio.
Me trajeron más papeles para que los organice y los asesore. Nuevamente la luz se prendió.
Se fueron los muchachos y las chicas.
Setiembre 16. Es sabado. Los muchachos trajeron todo para un asado. Festejamos la entrega del número de matrícula de la cooperativa y de la mutual. El trámite fué últra rápido debido a nuestro contácto en el organismo. Además, ¡tengo teléfono y una habitación con comestibles!, ¡y artículos de limpieza y otras cosas que fuí pidiendo por notas para la entidad de Bién público! Para, "ayudar a los que menos tienen...",por que...,"la Luz" que se prendía, ¡era esa! Formé una entidad de bién público...,para las madres solteras, sin comentarles a los muchachos.
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Y a partir de allí, nos aprovisionamos de un montón de cosas. Ahora, nos cuesta repartir por que...,¡no queremos levantar la perdiz, ni conocemos a nadie para compartir el secreto, ni queremos avivar giles que...,¡ni a los muchachos!, por que...,un secreto en barra...¡Embarra!
Tampoco queremos revelar ni contar de nuestros contáctos ni de la diputada que nos firmo el apoyo, ni del diputado que habló con los del organismo ni ¡Nada de nada! Ni que fuí banca de esos legisladores. Ni que iban todos los días a comer a casa, ni que mis cheques fueron para...
Tampoco les puedo decir que...Yo hago las notas y las dirijo a mis conocidos empresarios y que...,luego les hablo de las madres solteras que necesitan de su bondad.
Octubre 5, las dos y diez de la madrugada. Estamos todos levantados. Dentro de una hora partimos con mi amigo para el Chaco y luego a Formosa. Hemos recibido la propuesta de una empresa para gestionar el tendido de una red de gas. Quieren entrar en una licitación. También a la vez, tenemos la propuesta de otra, para gestionarles un ofrecimiento para la construcción del puerto petrolero en la ciudad de La Paz-Entre Rios.
Partimos.
Octubre 16. Después de hacer el itinerario previsto, he regresado a mi casa, con las preocupaciones habituales. Pero, hay un clic, que se produce al ver todo el despliegue de "mercadería"que abarrota las habitación de los chicos y la nuestra, y escuchar a los chicos...¡Papá, estamos harto de comer lo mismo... Y los miré...¡Re re flacos!
¡Y sentí que me ganaba la verguenza y repulsión por haber comido otras cosas! Miré nuevamente con odio e impotencia los paquetes de polenta, lentejas, arroz, harina, azùcar, latitas con tomates, arvejas, choclos, aceite, pañales, jabones, champues, y...
Octubre 17. Martes. Son las cuatro de la mañana, mi amigo me pasa a buscar a las siete. Tenemos que ir a -rendir cuentas- ¡Vaa...él! Que he descubierto o, ¡mejor dicho, me ha tenido que confesar que, "¡Viatiquea!"
Así lo ha denominado otro amigo que tenemos en Entre Rios...¡Ha inventado la profesión de ¡Viatiquear!
Viaticar es, vivir de los viàticos. Es decir...¿Como te diría? Mi amigo de aquí, ha implementado su estructura económica familiar sobre la reacaudación de los viaticos que les pide a las empresas para conseguirles trabajo. Y...,como el tiene la camioneta..."presupuestea" -dice.
Y a mí me usa de guía, presentador y acompañante. -y me tira unos pesitos...,¡que no alcanza ni para los chupetines!
Y se vió obligado a darme por que...,¡tantas horas de viajar y estar pegadi tos... no se puede mantener secretos, ¡y los celulares te mandan al frente!
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Entonces, sin preguntar nada...,me tuvo que decir,-"¡a éste lo estoy currando, a este otro también, y aquél...y, ¡vos sabés...,los gastos de la camione ta...¿Quien me los paga?"
También se dió cuenta que "me dí" cuenta que...,las vacaciones y pequeños tours con su familia salían de los viaticos. Y que el colegio privado, y...,¡salían de los viáticos!, y...,se vió obligado a compartir...secretitos.
Ahora me lleva cuando vá a rendir. Y posiblemente, si no prospera una intervención de mi asistencia, probablemente, ¡ya no viajaremos tan seguido! La crisis desnuda. Nos deja sin taparrabo.
Mis chicos también deben frecuentar la gratuidad de todo. Inclusive sus clases de teatro, danzas, mimos y dibujo. Si no fuera por la casa municipal de la cultura, chau manifestaciones artisticas. ¡Chau sueños...!
Son las tres y pico de la tarde. Estamos atascados cerca del congreso. Hay sección y los piqueteros, maestros, empleados públicos y otras organizacio nes que llevan los estandartes con las fotos clásicas del desertor con la boina y el habano...,están meta bombo y bombo.
"Claro; ¡nadie se acuerda que es el dia de La Lealtad...,¡que se van a acordar...¡Asi estamos...!, ¡meta planes y planes para cobrar sin trabajar...,sin producir!"
Es mi amigo el que viene tirando la bronca y los comentarios le afloran sin que nadie le sople.
"...estamos en la decadencia. -admirando al gordito drogadicto futbolero con la maffia brillosa que coparon los medios...,han copado la televisión para agarrar de a puñados a los pibes y mostrarles que se puede ser grogadicto, fubolero, vivir fàcil entre minas de ambiente fàcil y ser artista y tener plata fàcil y...,¡no pasa nada looco...mirà al gordito...se droga, se chupa todo y es un idolo, loocoo...,y tiene a un mafiosos de planificador..."
Escucho a mi amigo que habla y habla y habla. "Y esa otra loca...,que se junta a todos los pobretes de acá, -y se toca la cabeza- y los manda a pelearse en camara y ella...¡Es un asco la tetona", y escucho que dice..."¿viste...,la izquier da unida-el mas-el pi- el partido comunista...los humanistas, ¿viste...,¡ni una sola alusión a Perón -ni a Evita...!,¡lleno de banderas rojas...,¿donde están los Peronistas...?"
Sonrío. No soy el único que nota su falta, y pienso...,¡hasta los bombos les quitaron. ¡Aparte de las calles!
Salimos despacito. Nos fuimos a la Recoleta a tomar café. Es decir... ¡Queriamos!, -por que hay corridas- gases y palos...,aquí, -dicen los mirones "...está el destructor..."el que vendió a al pais y vino con María Julia a rendir un homenaje a Evita. Los muchachos de Perón y Evita lo han desconocido. ¡No lo reconocen,¡más...,al lado de la que su padre bombardeó la plaza!
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"¡Ojalá que éste vuelva a ser presidente!", dice mi amigo, "así podemos trabajar con los de YPF tranquilamente...,le vende todos los pozos que queda ron y chau pinela"
Mi amigo piensa solamente en las posibles perforaciones...¡Pozos y pozos con petroleo!
Nos fuimos a Callao y Libertador, un bolichito, estaba lleno y los comentarios sobraban. "...los piqueteros tienen cercado a los supermercados, -han cortado los accesos a capital-"
"¡Negros de mierda..." -nuevamente mi amigo- "¿como nos volvemos? -mirá que tengo que comprarle jamón crudo desgrasado para los nenes, ¡Justo ayá en Adrogué está el negocio en el que; me dijo mi señora que compre!"
18 de Octubre. Estoy escuchando el informativo. ¡Un desastre! Ayer sentado en barrio norte, hoy, preparando mi ánimo para comer arroz y deglutiendo la senzación de culpa, por que mis nenes, no disfrutaron lo mismo que yo.
Mi mujer comenta que "sus" amigas vienen a las 9 de la mañana. Le traen una propuesta para vender los articulos de cosméticos y vajillas a través de una revista. Lo tiene que ofrecer a sus amigas.
Yo le digo...¡No vayas a ofrecer a nuestros conocidos por que...,¡vamos a quedar como gronchos!
Y ella me dice..."Y si vos no querés ofrecerte para hacer una changa..."
¡Sáz...!, le salió el contagio!, "¡chang" no estaba en nuestro verbo cotidiano!
¡No pertenecía a nuestro medio!. -entonces-
¡Mirá, ¡estoy podrido que vengan esas negras de...,¡no las quiero ver más aquí...!
-"las negras vienen para que mamá les dé la receta del matambre, como le enseño Roque, para venderlo en el trueque..." -aportó mi nena del medio.
-¿Que trueque...?
"¡No sé..,es una cosa donde vos llevás comida y ellos te dán torta..."
Me toqué el bolsillo, tantié el papel de cinco patacones que me habían quedado de ayer y...
-¡Vamos al supermercado...? le dije a los chicos...¡Y compré un cartón de vino dulce de leche y galletitas!
Alrededor del medio día, llamé a una señora que había conocido en mis andanzas para pedir para la entidad de Bien Público, y le dí todo lo que tenía guardado. Polenta, lentejas aceite, latitas de arvejas, choclos, tomates, y otro montón de cosas que mis hijos, ¡ya estaban artos de comer!, y élla tenía un comedor para chicos.
Los mios querían comer...¡Otro tipo de comida!, de esas bien elaboradas, y cada vez que pasabamos por un restaurante donde se veían las mesas tendidas...¡Se desesperaban por entrar! ¡Y a veces ví, como tragaban saliva! y a mi se me anudaban las tripas.
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Pasó octubre y noviembre. Y para el 20 de diciembre, la desesperación me ponía en la máquina de pensar a toda revolución. Por eso me llegué a una empresa a la que mi amigo la estaba currando y...
..." lo que pasa señor; es que, ¡el contacto soy yo! y, hoy es 20 y me pidió mi amigo-(inventè a un funcionario)- que nos reunieramos antes del sabado, ¡y mire...,hoy es miercoles y...
El dueño de la empresa me observaba. Entonces me dijo: "mire señor, lo que pasa es que a fulano-(por mi amigo el viatiquero) le he dado tanto, y me enseñaba recibos y papeles y ...¡Y no me ha traído nada de nada!"
¡Y que le vá a traer si no me pasó a buscar más, me dejó colgado en más de una oportunidad...y a él, ¡no lo conoce nadie! (¡bien sizañero!) y yo he quedado como un mentiroso. ¡Y eso a mi me pone mál...!, ¡quedar como un chanta...! -(y a todo trapo mi pensamiento le pedía perdón al viatiquero por enchastrarlo de arriba a abajo)-, pero la necesidad tiene cara de...
El empresario me miró. "¡Y Ud...¿Que necesita pra ir hoy o mañana?"
-¡Dinero y los elementos que nos habían solicitado...!
Tomó el teléfono y marcó un número interno. Vino una señorita, le pidió que hiciera un recibo, le pidió los elementos que necesitaba y...
Salí silvando entre dientes con...¡Un montón de carpetas y...¡Seicientos dolares!
¡Pasamos un fin de año de aquellos!¡Seicientos dolares es una fortuna!
-hace un tiempo me duraban uno o dos días. La crisis me vá nivelando para abajo. ¡Hasta en el pensamiento!, en la acción.
Enero y Febrero las pasamos a los ponchazos limpios. Fueguito y fueguito en la latita. Además, habiamos tomado la costumbre, por prevención nomás, de: acostarnos vestidos de calle, como para salir apurados. ¡Ya no más pijamas ni pijamitas ni camisón ni camisoncitos...¡Ya no más...,dormir como Dios manda. Ahora nos vestiamos con ropas comunes y dejabamos el calzado... ¡Justito en el lugar en que caerían los pié al bajarlos de apuro de la cama.
¡Lo practicabamos!
Esta prevensión la tomamos por que al vivir cerca de la calle, escuchabamos los paso y charlas y gritos y silvidos y ladridos y maúllos y jadeos y...,a veces largas charlas frente a nuestras ventanas.
Nos acostumbramos a dormir sobresaltados. Y a veces nos encontrabamos en alguna ventana. Andabamos a oscura mirando por las rendijas.
También empesé a mentirle a mi amigo el viatiquero. Le comentaban que; recibía llamados telefónicos para tal o cual cosa y la necesidad de viajar. Como sabía que para las vacaciones de su familia, debía de currar a alguién, se vió en la obligación de tirarme un huesito.
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Mi mujer tenía un montón de alumnos que fueron a marzo y...,¡eran los recuperadores crónicos!
Ese verano Yo inventaba todo lo que podía para mantener entretenidos a los niños. Rompiamos lo más que se podía y lo volviamos a arreglar. Bicicletas, pelotas, radios, relojes. Luego nos paseabamos todo Adrogué a pié. Visitas a las plazas y a espéctaculos gratuitos en los shoping y galerías.
Y en casa, les ponía el tanque de agua disposición. Y como los patitos se empezaban a mojar con baldecitos de juguetes. Y gritaban, corrian, zapatea ban y reían...
Despúes les repartía un pedazo de pan y les hacía matecocido, y ellos, se preparaban las cubeteras que las ponían en el congelador con agua mescla dita con jugos de pomelo o naranja, ¡y eran su heladitos de agua!
Después venía la sección de los sueños. Miraban televisión y comenzaban a hacer los planes.
Papá cuando cobres o te salga esa gestión...,llevanos a Mar del Plata, a Villa Gessell, a Cariló, a Pinamar...a, y llevanos Mac Donald y vamos a la Recoleta y vamos a la Feria en Palermo y vamos a...
Entonces yo también aportaba...,y, cuando hagamos un negocio los voy a llevar a París, Austria y al mediterraneo, por que ayá...
Enseguida empezaban a buscar en los mapas los lugares y se desviaba la charla de lo que se tenía más cerca y lo que la televisión vendía.
Les mantenía encendida la fé. Siempre estaba ahí, a las puerta, -La gestión que les podía hacer realidad los sueños- y...¡Papi, cuando cobrés...!, cuando se te haga la gestión...
Y a veces les comentaban a alguna amiga ocacional, o a los que venían por alguna cosa...,cuando papá cobre vamos a ir a...
"¡Claro...,no hay que perder la esperanza..."-les decían. Entonces, por las noche comenzaba mis charlas de aclaración.
¡No, La Esperanza es una cosa desilachada! -La Esperanza es...¡La espera eterna...! es la mentirita para los pobres...,para los que están todos los días en las calles pidiendo...,es para calmar a los piqueteros...
¡Mañana, mañana y mañana!, ¡no hay que tener esperanza...!, ¡hay que tener fé en lo que vos poder hacer! ¡Nada más! ¡Tenemos que tener fé en nosotros! ¡Tenés que tener fé en vos, en tí mismo! Todo lo demás son artimañas de los politicos para calmar situaciones desesperadas y les mienten con La Esperanza. La esperanza es la zanahoria, es el mañana, mañana...mañana.
La esperanza es lo que venden los mentirosos profesionales. Es algo que te muestran para calmar ansiedades...para calmar espectativas de los que no tienen nada de nada. ¡Aquí...aquí!, y les señalo la cabecita. ¡Aqui dentro está la máquina que los vá a salvar!
Y es el momento para que alguien, corriendo vaya a buscar un libro, una enciclopedia del cuerpo humano y empezamos a mirar y a leer.
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Y al ver el cuerpo humano con todas las arterias recorriendolo, comenzaba, entre ellos, a explicar como...,funcionaba la máquina que papá les dijo que tenían dentro.
Nuevamente llegó marzo, y con él, el colegio. La escuela. Guardapolvos, zapatillas, útiles y...
Mi mujer con los pocos pesitos que ganó, ¡les compró hasta la última fotocopia! Esta era la gran preocupación de los chicos. ¡Tener todos los elementos para la escuela!
Ya estaban acostumbrado a comer lo que había y...salteado. También habían aprendido a compartir, ¡hasta el mínimo pedacito de pan!, en ésto también había un principio made in casero.
¡Todo se dividía en seis partes!, ¡y primero para mamá!. Fueron aprendiendo que...,el primer mate para mamá, la primera porción de torta, para mamá, el primer pedacito de lo que hubiera que repartir...¡El primero para mamá!
¡Y el último para papá!, y también el más chico! -por que a veces salía en el reparto y distribución...,uno más chico. ¡Ese era para mí!
La crisis nos iba haciendo un grupo sólido, con pautas muy particulares y con el respeto por la condicón humana. ¡Asi el hambre golpeara desespera damente!
¡Siempre, siempre se repartía manteniendo y respetando el reglamento interno!.
Reglamento que, más que reglamento era...¡un reconocimiento a la figura de mamá!. Yo quería que mamá fuera su lider y estuviera presente en los más pequeños áctos...,como el de tomar el cuchillo para cortar un pedacito de pan.
Después...,que mamá y papá dijeran, quizás, obsevando que era muy poco a repartir, o que ellos tenían mucha hambre, deciamos:"¡no quiero, gracias... coman ustedes, y repartan entre los cuatro". Les cedíamos nuestras partes.
Pero allí, ¡la acción y el gesto estuvieron presente! y ocurría a menudo.
Y sí alguien fuera de casa les daba un chocolate, un caramelo, venían y nos repartían aunque sea...,¡una miguita a cada uno!
Con el tiempo tenían la seguridad que nadie de su familia...,los dejaría sin el pedacito correspondiente. ¡Sin su parte! Aunque no estuviera en ese momento.
Dentro de esta práctica también les inculqué que: primero y siempre, ¡nuestra familia era la mejor! ¡La más grande!, ¡la más linda...,¡la más capáz!, y lo hacía con el ejemplo. ¡Como todo padre!
Antes un comentario de alguién..."la nena de fulano es muy inteligente"...a lo que yo respondía- delante de mis nenes..."pero los mios son mucho más...¡sacan 10 y 10 en todas la materias...!, aparte, ¡y metía cualidades y cualidades!
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-otras veces - "¡que bien interpreta su papel en"... o"¡como baila clásico"- a lo que Yo respondía... -pero las mías son ¡una barbaridad!...,la profesora las ha convocado para bailar en...
"¿Vió?...la mujer de tal , tiene una elegancia..."
¡Ah...pero la mía fué modelo, además es profesora y dicta cursos de...
A veces, los chicos me agarraban con las mentiritas y me decian..."pero papi...,yo me saqué 8..."
¡Ah, ¡no importa...,estoy empleando la técnica de neutralización de egos...,por que, recuerden que...,¡nuestra familia primero..., y, ¡es la más grande...,la más linda...,la mejor!
Y ellos, mis niños hacen eso que dice papá, para no mentir. Traén 10 en los boletines, son convocadas para leer en los actos del colegio, compiten en otras materias, investigan en la biblioteca y se sientan con su mamá a practicar técnicas de aprendisaje! No necesitamos pedir que: "Estudien..."
Además, les hemos quitado las necesidades que les fabrica el medio. Libros y
revistas y otros materiales que se publicitan y que las maestras piden...,les mostramos que, libros con 50 años, tienen vigencia, ¡y mucho más de lo que piden las señoritas!, y les enseñamos a llevar pequeñas contribuciones que...,algunas maestras no lo saben o se han olvidado, ¡o núnca lo vieron!
Estos golpes de efectos les hacen sacar pecho. Y vienen corriendo a buscar "los libros de papá". Claro, se editaron por allá, cuando Perón era presidente. Antes del año 50 del otro siglo. -1.947-.
La crisis me ha hecho recurrir a los libros del siglo pasado y mis hijos están ¡re-actualizados!, y, ¡mucho más!
¡Claro que estoy como el Conde de Montecristo, como El Leon de Francia, ese de la novela de Migré,defendiendome, ¡y defendiedolos a capa y espada!
Yo pensé que la crisis era una cosa...,como, ¡toco y me voy!, como una tormenta fuertona, como un...,un, ¡bueno, pero, ¡Se quedó!, por lo menos para mí, para nosotros.
Estoy escribiendo atrasado. Estamos cerca de mayo, y escribo cuando puedo
-no tengo una placita cerca-, solamente hay terrenos baldíos y están llenos de basura. La gente los usa para tirar todos los desechos de cualquier índole. Aunque...,pareciera que esta zona fuera habitada por los juntadores que reco rren las calles con sus carritos, bicicletas y otras adaptaciones para recoger los elementos que traén para la venta.
Pero, ¡llenan los terrenos cercanos con los desperdicios de los desperdicios que no se pueden reciclar ni vender ni...!
Las personas que nos rodean son irreconocibles. Salvo dos o tres que viven al lado o enfrente. Pero, ¡el resto...,pasan y pasan cubiertos sus cabeza con pasamontañas! Esos gorritos que les deja solamente los ojos al descubierto.
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O, se visten con otros elementos que a ojos vista...,no se distinguen si son hombres o mujeres. No se nota preocupación por la vestimenta. Siempre con las mismas prendas, mañana, tarde y noche. Y sii es verano se colocan gorritos con grandes viseras que les tapa la cara.
No dejo salir a los niños a la puerta de calle. Tengo cierta aprehención. ¡Me asusta la gente! ¡Hablan a los gritos...,escuchan música a todo volumen, se llaman a los silvidos y se recriminan o se hacen cargaditas con palabras poco
elegantes y mal formadas.
Las puteadas son parte del léxico normal. Son los seguidores de la moria y del diego.
Con mi mujer nos turnamos para acompañar a los niños a cualquier lugar que necesiten concurrir. ¡Principalmente al colegio! Luego tienen práctica de danzas, teatro, dibujo, mimo, y van a misa y a la acción católica. ¡A todos lados vamos con ellos!.
¡Los llevamos, los esperamos y los acompañamos de regreso!. -¿vió...?- por ésto..,de la inseguridad. Bueno, todavía tengo, o...,¡mejor dicho tenemos con mi mujer el estigma de la buena vida! Del buen vivir, o digamos...,¡tener guita y vivir gastandola sin ningún control!, y nos confunden.
...y mis hijos no salen a ninguna parte sin nosotros. Ya han aprendido a...,comparar. Las prendas que usan ahora, las que tenían antes, y las que tienen los de enfrente. ¡Por los menos las nenas que son las más grandecita! Y hemos aprendido a comunicarnos con... "codigos" made in nuestros.
Somos nuestra propia maffia.
Un apretón de manos, una miradita, recordar el titulo de alguna léctura, recordar el impacto de algo que nos llamó la atención y... lo usamos para volver a llamar la atención de...¡ese momento!
Por ejemplo. Estamos todos en alguna reunión...,de esos eventos culturales, o al caminar por alguna calle algarete, y de pronto uno de nosotros, para llamar la atención del grupo, especialmente los chicos...al preguntan cualquier cosa que no corresponde al momento, comienza de esta forma.
...papá...? o ¡¡mami..? -El manco de Lepanto...? ¿como escribía si era manco? Cosa que nos obligaba a mirar a quien preguntaba, prestar atenciòn, por que era una cosa -re- sabida- re-explicada, entonces, con los ojitos, con las cejas, nos señalaban el motivo que permitió la pregunta.
Hoy es julio 10 de este año, 2001, fin de semana largo. Es martes y desde el jueves la cosa empeoró en casa. Hace frió y la comida es poca. Miro a mis hijos, estamos caminado hacia la escuela. Las vacaciones comienzan el fín de semana y ellos, ¡Ya no hacen planes!
Los veo caminar delante de mi. Han madurado de golpe. Sus charlas, comentarios, propuestas, y...,esas pequeñas cosas que salen en los momen tos oportunos.
Ahora, delante de mí, van cuchicheando los cuatro. Arrimaditos, atropellan dose. Sé que van tramando algo. Y de repente, se detienen en la esquina antes de cruzar, como siempre, esperando que tome a dos con las manos.
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Generalmente son los más chicos quienes se apuran a agarrar mis manos. ...papi...¡mirá! y las mujercitas me muestran unos cuantos juguetitos de esos tipos miñaturas. Son a cuerdas, o a fricción. Los varoncitos me señalan sus bolsillos con un montón de bolitas. Los miro. Escudriño sus caritas, sus ojos, sus gestos, y...
¿...sabés papá...¡Los llevamos para venderlos a los chicos..! y despúes vamos al kiosco y nos compramos golosinas...
Siento el planazo en el rostro, la garganta se aprieta y las tripas se estrangulan. Mis ojos sonrien, mis labios también.
...como hoy solamente tomamos mate...cuando vendamos ésto, nos compra mos alfajores...
Mis manos apretaron a las que tenía, era la señal para seguir caminando.
La niebla de julio, a las siete y media de la mañana, me cubrio de piedad. La voz no salía y las lágrimas caían, caían, caían.
Ellos siguieron delante planificando la venta.
Miercoles, 11 de julio. Son las tres y pico de la madrugada. Parece que tengo el despertador incorporado por que, ¡a las tres me despierto y ,¡me tiro de la cama! ¡Como un soldado de mis tiempos!
No hago ruido y solamente me lavo los dientes y...,¡nada de ducha ni de otros menesteres!, no se puede hacer ruidos...,es tan chiquita la casa. ¡Toda la planta construida es más chica que el livign de la casa de la calle Seguí. Más chica que las sala en la casa de Mazwich, màs chica que...
El baño está entre las dos habitaciones y el living. Y, si uno hace un pequeño ruido, se expande. Para mejor a las puertas se les ha dado por chillar.
Me voy a la cocina, pongo el agüa para el mate y salgo al pequeño patio.
La luna me dá de lleno. Grandota. Sola. Alcancé a dar un paso y pareció que me atropellaba mimosa.
Estaba ahi, cerquita, baja, casi, casi al alcance de un salto. Luego miré alrededor y ví la tapia que rodeaba al lugar. Ladrillo de canto, y a dos metros de la puerta trasera, de la de la cocina...,un viejo paraíso.
Podado, maltratado, y en una orqueta baja, que se abría casi en el tronco, le habían colocado una madera. Una tabla incrustada, que la usarían para sentarse.
Me dí cuenta que hacía frio y, los pastitos estaban llenos de escarcha!, aso maban blancos y... ¡Congelados!
Mirè a la luna, luego a los fondos de las casas vecinas y, me encaramé en la tabla incrustada en el paraiso.
Todas las casa de una sola planta, techos de dos agüas, o con una loza que fue pensada para asentar otro piso. En algunos estaban las columnas erguidas y en otros, ¡hasta la segunda loza! El cielo se escabullía entre esas armazones, que parecían esconder experiencias tristonas de voluntades vencidas.
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Techos llenos de trastos, Antenas satelitales y de las otras, patios descui dados y con elementos descartados por otros y amontonados por allí. Y el silencio frio del abandono me golpeó el corazón.
Entré a la cocina y cerré la puerta con dos vueltas de llave.
Hoy es jueves 12 de julio y tengo una cita con la gente del trueque. Entré en la picadora. Una meterete le dijo a mi mujer...¡coomo tu maridooo ,con lo que sabe...no tiene trabaaajo...?
Era una de "esas metida" que aprovechó un descuido del espiritu y miró a piachere las carpetas que teniamos guardadas. Los chicos y mi mujer estaban de limpieza..., y, ¡zàs...aprovechó!
El asunto es que días más tarde se vino con una cita enviada por los de La Bernalesa para exponer un tema, y que yá, ella lo había charlado. ¡Y hasta nos dió para el pasaje en el tren y en el colectivo! Se estaba ganando la presentación.
A las ocho tomé el tren que viene de Constitución. "¡Via florencio Varela, haciendo combinción en Berzategui...destino, La Plata..."-gritó el guarda.
Dudé y esperé, venía vamboleansose. Hacía frío. El hombre traía el cuello del abrigo levantado y rodeado de un echarpe que le tapaba la boca. Le pregunté si habìa tomado el correcto y luego fuí a sentarme en un asiento destartalado.
Por más que lo miraba y miraba, estaba todo roto. Me senté, como empujado por las circunstancia. Los de enfrente y los del costado miraban de reojo.
Todos iban embozados y largando humito. El traqueteo impiadoso, las puertas abiertas y algunas ventanas sin vidrios, permitía al despiadado viento barrer con todo intento, aunque más no sea, de pedir permiso para ubicarme en el lado de la ventanilla.
La mujer que iba del lado del pasillo, hizo apenas a un lado sus rodillas y pasé. Ni me miró ni la miré, ni me miró nadie.
En la picadora, pensè. Esa, donde el carnicero pone todos los requechos, y vá saliendo el chorro de carne. Asi, me parecìa que habìa entrado yo a ese vagòn, frìo, impiadoso.
Yo tenía puesto un gorro -pasamontañas- guantes de lana, un viejo sobre todo, pantalón de corderoy y zapatos con planta de goma y con los tacos gastaditos. Ya me había camaloneado la mishiadura.
Mientras me organizaba mentalmente, habían pasado dos estaciones, alcancé a ver el cartel de la que decía, -Claypole- me fije, por que me llamó la atención la cantidad de personas que estaban...,en una placita justito al lado de la estación. La curiosidad quedó picando.
Miré por la ventanilla las casitas que pasaban velozmente, no pude evitar un sacudón que me brotó del alma.
La mujer me miró. Los de enfrente también. Y me atropellaron las imagenes de las casas. De la que estaba viviendo. La de Seguí. La de Palermo. La de
Mazwich...y apreté los dientes para no gritar de miedo.
¡Ahora comprendo para que sirve el pasamontaña!
29
Pasé dos o tres estaciones y ví a la gente que se reunía igualmente que en la
anterior. Calculé...100, 150, 200-. ¿Cuántos había en cada lugar?
Notè que había fuego en tachos de esos que traían grasa o aceite en las estaciones de servicio, de esos de 200 litros cortados por la mitad, o sinó, lo hacían sobre el terreno pelado.
¡Prendían fuego para combatir el frió!
Había mujeres con bebecitos en los brazos y niños, como los mios.
"...¡¡hay hambre loco...mirá todos los que esperan changuear, o...que le arrimen pulenta!!, ¡están cagau de frío..."
¡Ya no sentí frío...! Se me encajaron las mandibulas y una tranca se me atravezó en la garganta.
Y una cosa espesa y caliente me corría por el cuerpo, y la sangre me hervía...¡me hervía! Los niños saltando, jugando entre los árboles, desparra mando inosencia. Pensé en los mios.
La gente apiñada en el pasillo charlaba y comentaba de susbsistencias. Del mal vivir. Y me fijé en los carteles de las inmobiliarias que taponaban las persianas, los frentes de negocios cerrados. Cerrados. Cerrados.
En la Bernalesa no había tal negocios ni posibilidades. Eran buscavidas a la espera de incautos que les llevara...¡La oportunidad...!
Me pusieron los datos en una computadora. Su banco de datos.
Yo, al jovencito treintañero que me atendió con cara de perdona vida, de sabelotodo, que sobradoramente me dijo...mirándome de arriba a abajo, "mire, nosotros tenemos negocios para gente que tenga posibilidades y conocimiento de algo..."
Bien, le respondí. ¡Ofrescame algo! Me miró sonriendo, triunfador y...
¡No, Ud, digame si sabe hacer algo!
Puse en marcha la aplanadora y lo aplasté.
...estuve en París, Austria, Marsella, Tel Aviv, Riga, Nueva York, Houston...¡Y un montón más! -Le mostré el pasaporte- ¡Lleno! -le dije- y seguì ennumerando.
Tenía diez fresqueros, tenía una sociedad con los rusos y explotaba tres buques factorías, tenia campos, criaba caballos, tenía una planta de harina de pescado, tenía...le hable de hoteles, de turismo, comos se explotaba la comercialización de lo que él, estaba intentando, le indiquè...la forma de pescar incautos con ideas y asociarlos a su proyecto.
A su cooperativa de trabajo encubierta, a su bolsa de tabajo encubierta, a su banco de datos encubierto a su...¡no saber que estaba haciendo!
Pero, ¡tenía una oficina y la computadora y la necesidad de hacer plata suficiente para elaborar la búsqueda!
Y me fuí, dejandolo con la boca abierta y sin saber si era de día o de noche. Se despidió con un... "¡Buenas noches señoorr!", con ademàn de hacerme una reverencia.
¡Yo tenía una ganas irresistibles de gritar...de reir a carcajadas, ¡y pegué un grito...,¡bién entrerriano...,¡bien correntino!
La gente me miraba y sonreia.
En el país de los chantas, ¡Yo era rey!
30
Vino setiembre, octubre, y el alivio del frio. Ya estabamos cansado de pulentear y lentejear y arroz con menuditos de pollo y carne picada y papas, ¡Muchas papas!
Las sombras de la desnutrición estan... ¡Como Athilas!
Hablo con los chicos. Les explico el tema de la alimentación y lo que debemos hacer cuando nos recuperemos del dinero y de la consulta al nutricionista y...
¡Bueno, tratar de recuperar la salud...la falta de alimentos! "pero, mientras tanto, sigamos echandole comida al intelecto!" ¡Eso me dijo la nena más grande...,y me pidió que les alquilara una serie de documentales de Austria, Francia, España... aunque lo hemos leído en los libros que apartamos del siglo anterior...agregó Marisol.
"y...¡esos de mil novecientos cuarenta y siete...cuando estaba Evita, la que se preocupaba por los niños..."
"¿leistes papá, como Perón hacía escuelas, hospitales y casas y fábricas y...,creaba mucho trabajo", aprovechó Antonella para comentarlo y me miraba buscando en mi cara, de...,¿si había leido...o, ella me estaba informando?
Le devolví la mirada afirmativamente, moviendo la cabeza porque...,me estaba poniendo viejo y sensiblero.
¡No podía hablar!. La garganta me traicionaría, ¡y los ojos tambièn!
Estabamos en la cocina y pegué un salto, tomé la pava y cebé un mate con agüa tibia. No se extrañaron por que siempre lo hacía.
Llegó diciembre. La única que no aflojaba en el trabajo era mi mujer. María Luisa seguía con sus alumnitos. Los pibes y las nenas se llevaban las materias como pan caliente. Y la desesperación las contenia ella.
Menos mal que los sacaba adelante. Salían contentisimos con sus materias aprobadas. Y eso, me daba pié para las charlas con mis hijos.
...ven, como no estudian en el tiempo de clases, y...¡ahora los padres tiene que pagar...para que no repitan!
"Y a lo mejor no tienen...,como nosotros", comentaba algunos de mis hijos.
La navidad fué terrorifica. Mi mujer apretaba los pesitos desesperadamente. Pensaba en marzo, en las zapatillas, en los guardapolvos, en los útiles en...
Yo no pescaba ¡ni una! ¡Nada de nada! Todas promesa, promesa y promesas.
Y como siempre, navidad es contagiosa, ¡por más que tratara de eludir las propuestas desde los televisores y las radios y los diarios y revistas y la gente en los supermercados y en la calle...mis hijos estaban inmiscuidos en -la navidad.
Rescataron lucesitas que teniamos entre las chucherías en una caja. Teníamos dos árboles y...,recogieron uno que habían tirado en la esquina.
Armaron uno. Inventaron adornos y...,paquetitos de mentiritas que simulaban regalos.
Mi mujer había hecho -las compras- para la noche buena.
31
un paquete de arroz, una latita de caballa -que no era caballa-. Un sobrecito de mayonesa, una lata de arvejas, un pollo, un kilo de papas, medio de cebollas, un morrón, un kilo de tomates, un paquete de medio kilo de fideos tallarines, un pan dulce pequeñuelo y una sidra, de las botellas más chicas. ¡Ah...y una lata de duraznos en almibar!
Bueno, la compra era para lo noche buena y la navidad.
Para la navidad tenía planeado tallarines con un tuquito con pollo. Y tenía escondido, para sorpresa de todos, ¡dos turrones y un paquete de garrapiña das que lo sirvió en la noche buena!
Comimos y brindamos, y mis hijos festejaban gritando el estallido de los cohetes de los vecinos.
María Luisa había desplegado su arte en la cocina y se mandó un arroz a la...a laa, bueno. Saltó los higados y pancitas de pollo, un poco de morrón y cebolla, hirvió el arroz por otro lado, luego los mescló, lo condimentó con mayonesa y lo decoró con las arvejas, y...,tambíen hizo la caballa con tomates y cebollas y...
El pan dulce lo cortamos como si fuera de dos pisos, primero hice seis porciones de la parte de arriba, luego otras seis de la parte de abajo. Era chiquito, pero, lo repartimos bien.
Los turrones cortaditos con moderación restringida y los manies con chocolates los pusimos en tres platitos. ¡Bien contaditos...uno por uno!, pero antes habíamos saboreado los duraznos en almibar.
Nosotros brindamos con la sidra pequeñuela y los niños con jugo. Por que María Luisa se había traído en un bolsillo un sobrecito con polvo para hacer jugo de naranja.
A la una de la madrugada nos dormimos. Habiamos trasnochado.
¡28 de diciembre! ¡Como pasa el tiempo...¡se termina el año y nosotros ...como..., ¡cuando vinimos de españa!, y cada vez peor.
¡Ya ni puedo aspirar a una gestión de nada por que...,la boca destartalada me cohibe. ¡Ya no puedo reir. ¡Má que reir...ni sonreir, ni frunciendo!.
Se vé todo el portillo, como si fuera el tunel Paraná - Santa Fé, pero, en la zona donde viviamos, ¡ni fú ni fá! a la mayoría de los que me rodean les falta algo...,algún dientecito, y tenían algún portillito, o portillón.
A eso de las diez de la mañana salgo con los chicos a dar una vueltecita. Vamos sin objetivo y caminamos por la primer calle que nos cruza, pero, ¡siempre vamos a parar a la plaza!
Leo de ojito los diarios en los kioscos, los que se pueden, por que aquí no es como en capital...,que están todos a la vista. A disposición de los que no tienen guita para comprar. Aquí es más...,digamos, más...,¡bah...,lo tienen en la trastienda!, ahí, escabullidos del público...¡Que soy yo!
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Veo que los titulares informan que "los muchachos" se siguen divirtiendo. Los party políticos son en familia. Todos viene con sus mujeres e hijas e hijos y parientes y yernos, y nueras, y amantes, y amigos y peluqueros y modistos y porteros...Los candidatos supermillonarios sonrien displisentes.
Por el otro lado los que piden pan y le dan palos...,¡ni huesos! Están esas fotos mostrando a los de a caballo meta lazasos y lazasos y lazasos.
A otros con las herramientas de lanzar gases, y palos, bueno, esos..."palos de gomas..."
y se observa a los contrarios...,con gomeras y palos, las cabezas cubiertas y sin camisas...,¡ponen el pecho y las espaldas para las...
Otras fotos muestran a los piqueteros cortadores de rutas y otros accesos, pero...¡La guita no aparece! Los muchachos viven bien. ¡Comodos!...En familia.
"...Y mientras hay buena refrigeración, exelente comodidad hogareña, buenos vinos y buenos churrascos, ¡hay tiempo para pensar...uno con la panza llena con las recaudaciones bien aceitadas, buenos cajeros y la administración controlada...es como quee...¡se acostumbra a escuchar ladridos..."
Asì, me dijo una vez el que fué chofer del coronel, y luego secretario general del gremio y luego senador de la nación, y, y...me compró dos caballitos de polo y la casa en un country.
¡Y de pronto me agarra bronca! Me acuerdo cuando teniamos que tirar el pescado, nos hacían paros relampagos...,cuando tenia que pagarles doble para que me tiraran el pescado podrido, cuando no eran los capitanes eran los marineros, los patrones, los de tierra, los de planta, los de las bodegas, los mecánicos, los...
El asunto era que todos los días había "un parate" por algo. Y me tiraban la mercadería y escondían los repuestos de las máquinas y paseaban los piezas
de los motores y se equivocaban de números de roscas y...rompían elemen tos para no salir a pescar.
Y también...,los convoqué a conciliar, una y otra vez, y siempre, siempre había un pero.
Y...¿como era que decía mi abuela? -barco parado...no...¡Bueno, ¡eso...,eso que nos decretó el juez...quiebra. ¡No más para ellos... ni para mí!
Pero, ¡como decía el general ¡Los fierros no se comen!
A veces venían algunos a la quinta de Mazwich a decirme que:"los del sindicato eran los...",que los del gremio, que los otros, que, ¡y siempre la culpa es del otro!
También a la quinta de Mazwich venían los del sindicato, los del gremio, los funcionarios del ministerio, los de la CGT, los de...¡Todos, todos venían a buscar su partecita!
Sus chequecitos...las donaciones. " páyudar a lo muchachos, a lo chicos de la caye, a lascuela tal, a los viejitos, pá la fundación, pá la..." ¡Y todos salían con el chequecito, los pesitos en moneda constante y sonante...,y latitas de krill, cajas con langostinos, latitas con pulpitos y otros envasados, asi como el vino para acompañar lo que cocinarían!
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Siento que me tiran de la mano. "¡Vamos papá...,queremos amahacarnos un ratito..."
¡Justito me pongo a leer y a recordar hoy...28 de diciembre. ¡Dia del inocente!
¿Estará vigente todavía...? o ¿será el día del...?, ¿fueron todos los días iguales...?, el día del Gil.
"¿Vamos paapii...?, vamos".
Es 31 de diciembre. El último día del año. Y parece que fuera especial. Los chicos están contagiados de los mensajes televisioneros. Y no me queda otra que...¡vamos a Lomas...? Es Lomas de Zamora. Un lugar concurrido en la zona. Por lo menos en la calle que sale frente a la estación, y...como vamos colados. ¡Sin boletos!, la cosa es...,sortear al guarda por dos estaciones, y meternos, eludiendo a los pica - pica. -como le dice mi muje a los controla dores.
"y esperamos el momento...cuando se descuiden,¡saz! -¡adentro!"
Me instruían los chicos.
¡Viejo, grandote...!,buscando las artimañas para viajar colado con los chicos...
para ellos una aventurita. Para mi una verguencita.
Pero; como dice mi mujer. Si vos no lo haces, otro no lo vá a hacer por vos.
Asi que fuimos a Lomas los seis. Mi mujer está mas canchera. Y aparte...,los guardas a una mujer le perdona la vida. A un hombre, y jovato...¡Que vá!
Los chicos empezaron a mirar y a comprar...,con la imaginación. ¡Yo quiero ésto! ¡Yo quiero lo otro! ¡A mi me comprás aquello! ¡Papi quiero aquel autito!, ¡y comprame y comprame y comprame!
Una mano me tomò fuerte de un brazo y me detiene. A mi mujer le pasa lo mismo. Miramos a la persona y...¡frios...!, ¡de hielo!. Sin palabras, ¡solamente mirabamos y sonreiamos fruncidos!
¡Cheee...!, ¡perdidos...!,¡que chico que es el mundo! ¡Mirá donde los vengo a encontrar...?, ¿peero...¿que andan haciendo todos juntitos...?
Solamente hablaba él,¡El general Pacheco Arizmendi y su señora, Maruquita Saenz Piñeyro!
Nos confundimos en abrazos y más abrazos y apretones de manos y besos y besos que iban y venían.
¡Y antes que mi mujer dijera...,esta boca es mia...! Apuré.
...y estamos en tratamiento odontológico y casi, casi, que...,¡estamos interna dos!
Los cuatro ojos a nuestras bocas. Más las de nuestros hijos, que escuchaban en silencio, curiosos, y los Pacheco Arizmendi...,no se acordaban muy bien de ellos. Y los niños eran muy pequeños.
Siguieron las preguntas y los mimos a los niños y los recuerdos de los momen-
tos en palermo, en mazwich, en el campo en su casa, en la nuestra...
¡Cheee, hace cuatro años que no los vemos...,dasaprecieron de golpe...,¡que desagradecidos...!, ni una notita de...¡Me rajo! ¡Nos rajamos...¡cheee...!
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Y las escusas. Lo que pasó es que, ustedes estaban en Viena cuando...
¡Claro..., y...¿después...? ¡Vos crees que me la trago...,¡mirá que interrogué a muchos subversivos...
Nos largamos una carcajada.
Mi mujer y yo, ¡como hacía mucho, mucho tiempo que no lo haciamos! ¡De adentro y con ganas. ¡Nos olvidamos de los dientes!
Fuimos a una confitería. Los chicos en una mesa y nosotros en otra. ¡Y llegó la hora de la verdad!
Llegó la hora de la verdad, pero no tanto. Maruquita hablaba con mi mujer de la cena de la noche...,los invitados y todas esas cuestiones...,y Yo, con el general...,él, de política...que- "nos quieren usar para reprimir a estos muertos de hambre y sacar de la rosada al que está y poner a...,¡nooo, después que éstos...,coparon los medios y nos destrozaron...,¡y nadie, nadie dijo nada...,nos quieren hacer entrar por el aro...!, ¡noo, ¡nooo..."
Hablaba solo. Gesticulaba, golpeaba la mesa...,y no me convenía...,¡ni meter un bocadillo! ¡Ni uno!
De pronto levanta un brazo. Como siempre. Obstentoso. Viene el mozo. Le dá una tarjeta. Se pone de pié. Hago lo mismo y las mujeres siguen sentadas. La única que habla y habla es Maruquita. Mi mujer solamente mueve la cabeza de arriba abajo...,y levanta una ceja, se muerde los labios, hace otros gestos. Maruquita ya está revolviendo en su cartera. Saca la billetera. Se levanta y acerca a la mesa donde están los chicos que han pedido sandwiches tostados y gaseosas, y...,lo tienen a medio terminar.
-"No se apuren, no se apuren...,que nosotros tenemos que irnos urgente...,nos esperan...,¡tomen!, para comprar lo que usteden quieran..."
Pone 100 pesos sobre la mesa.
El general está observando la acción. No se pierde un detalle y abre la billetera y saca otros 100 pesos. Se acercó a los chicos y...
"¡Tomen... así hacen 100 para los varones y 100 para las mujeres!"
¡Muchos besos y más besos y más y...más!
"¡Chee disculpen el apuro pero...¡ah...dame la dirección!"
Agarré una servilletita y escribí. ¡Tomá, aqui estamos internados!
"¡Liistoo...!, se la metió en la cartera y salieron. Nosotros nos quedamos de pié mirándolos.
Los doscientos pesos, los chicos se lo entregaron a mi mujer. Era la adminis tradora. Ya no saliamos corriendo a comprar, ni corriendo a un restaurante. ¡Ya no!
Ahora quedaba el dinero incautado para...,bueno, era María Luisa quien planificaba el gasto. ¡Y los apretaba al mango!
Pagamos los boletos de regreso y trajimos un pan dulce, una sidra, varios turrones y garrapiñadas, y varios sobrecitos de polvito para hacer jugos. Para la comida ya estaba la compra hecha.
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Alredor de las dos y media de la tarde, ¡casi las tres!, golpean las manos y tocan timbre. Me asomo. Mi mujer también. Los chicos corren a la ventana.
¿La familia García Paniagua...? Un señor con unos papeles en la mano era quien preguntaba.
¡Siii?, mi mujer con voz intrigada...,recelando.
El hombre se dá vueltas y gritó...,¡bajalo...,es acá!
Varias cajas colocaron en la puerta y abrimos.
Nos extendió los papeles. Miré. Y ví al mismo tiempo la camioneta de Carrefour. Firmé. Enviaba el general.
Me entregó un sobre cerrado al tiempo que decía.
"Esto lo mandó el hombre."
"...para que no pierdan el tiempo mientras le colocan los dientes...,decía el papelito, y ¡Feliz año nuevo!"
Dos cajas de Pomery. Dos cajas de Concha y toro. -blanco y tinto-. Panes dulces, turrones, confituras, chocolates, enlatados varios, quesos y un montón de otras golosinas para los nenes.Juguetes y unos chirimbolitos para mi mujer que le compró especialmente Maruquita y para mí, una caja de habanos.
El chofer nos comentó. -"anduvimos dando vueltas un montón...,parecía que nos dijo que estaban internados...,en un cantry o algo parecido"
Miró la fachada de la casa, haciendose un poco para atrás.
Si, ¡estamos internados aquí! -lo digo muy serio, por que sé que el general llamará a carrefour. Querrá saber si lo recibimos.
Enero lo pasamos con la angustia sobre los hombros. Necesitabamos cambiar de casa. Necesitabamos salir de la crisis. Necesitabamos salir de la malaria. Necesitabamos conseguir...,que nos pongan los dientes...,necesitabamos...
¡Y necesitabamos y necesitabamos!
Me entró una terrible tentación de agarrar una chequera y empapelar y empapelar y empapelar. ¡Había muchos que todavía me agarrarían un cheque!
Y ¡la necesidad tiene cara de...,pero, recuerdo la propuesta que le hizo la otra vez una amiga circunstancial de mi mujer, le dijo "...mirá, tu marido tiene toda esa gente conocida...,de plata...,¿no querrá hacerse unos pesitos vendiendo "ravioles"...?".
¡Mi marido naarcoo?...,¿delincueennte...? La echó.
Y para mejor hoy es domingo y queremos disfrutar del día y de lo poco que vamos a comer.
Digo esto por que...,mi mujer trabaja toda la semana en una escuela y cuando
tiene libre trabaja en casa con los alumnos particulares.
Mis hijos todos los días por la mañana, están en el colegio, y con todas las actividades culturales por la tarde, yo relacionandomes con los mandamás de la zona e inventando cosas y cosas que se las voy trasmitiendo para que me hagan un lugarcito en cualquier parte. Tambien escribo un folletín y concurro a talleres literarios, me acerco a mirar a los escribidores.
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Mi experiencia y el camino andado me permite...,parecer inteligente, y la mayoría me consulta...,gratis, por ahora.
Bueno, volviendo a lo anterior, hoy domingo queremos pasarla en familia pura. Lo que pasa es que...,las amigas y compañeras de mi mujer vienen a instalarse en casa. Ella es lider. ¡Es la sabionda!
Es la que estudia para todas. Hace los resumenes para que las demás rindan los exames y saquen 10.
Y desde la mañana hasta la tarde están en la cocina, en el living y con la computadora. Nosotros debemos ceder terreno e irnos a la plaza o a misa.
Pero el asunto es a la hora de la comida. Por ejemplo hoy. Me mendé un exelente estofado de pollo para acompañar a dos paquetes de tallarines. ¡Toda una fiesta con esta exquicites!...,pero, llegaron la chicas.
Está bien que ellas...,no quieren ni vienen a comer...,por que ahora, son las dos de la tarde, y...,no es culpa de ellas que nos hallamos atrasado, pero, creíamos disponer del tiempo. ¡Del día!
Mi mujer se ha puesto incomoda. Mescló la olla con el estofado y los fideos y quedaron allí...,hechos una pastita.
Después que les ofreció a las chicas, -sus compañeras- y dijeron que nó, entonces, nos fuimos a la habitación de los niños y comimos.
Mi mujer no probó ni un solo bocado. Y nosotros masticando la amarga comida, sentados en las orillas de las camas y con los platos sobre las faldas. Ni un comentario, solamente los choque de los tenedores sobre los platos...,y las miradas resbalandose entre los fideos y las carnecitas despegadas de los huesitos del pollo.
Es sabado 2 de Febrero. Este 2002, el capicua, dice la gente- "¡será de película...!, El que nos llevó a la miseria, nos fundió y nos hizo cerrar las puertas de las pequeñas y medianas industrias y empre sas...,tenía...,y tiene un apelativo capicua. ¡Cuidadito...!" -dicen en la calle.
Bueno, por otro lado seguimos frunciendo. Sabemos que el general y la Maruquita están en Punta, y que a los amigos a que habrán llamado, también andarán por esos andurriales. ¡Hasta marzo estamos tranquilos!
Ahora que digo andurriales...,ya estoy como dice el tango. ¡Vivo de mi mujer!
Ella trabaja con sus alumnitos y en la escuela.
Lo que pasa...,es que, con sesenta abriles, y descascarado, sin dientes...
¡Me excuso!
Aparte, ¡Tengo que andar explicando a los curiosos, "si...¡soy el abuelo!" Me ven con los chicos y...¡Claro, por la zona, ¡en esta!, no se estila un padre viejo. Si estuvieramos en Palermo, en...,¡alli nadie se estraña, por que es natural un matrimonio de nuestras características!
¡Con la crisis..., y yo, explicando si soy el abuelo!
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Los Vicentino siempre firmes. Y hoy es 20 de febrero, falta una semana para que nos cambie el almanaque. Han traido, como de costumbre, la bolsita con alimentos.
1 paquete de polenta, uno de arroz, uno de fideos, una caja de leche descremada, una botella de aceite, una lata de arvejas, una lata de tomates perita, una lata de caballa.
Le preguntan a mi mujer por el tema de las zapatillas, los útiles y guardapolvos, y...por ahí, nos arriman zapatillas y guardapolvos usados.
Ya pertenecemos al estamento de carenciado. Al estamento miserable. Ya estamos en la lista de los inundados en seco.
En algunas oportunidades han traído ropa usada para mi. Sacos, pantalones, camisas, y...,al pasar le digo a mi mujer. "el muerto era más grande" -élla, se pone re-incomoda y medio colorada, y sigue atendiendo la charla.
Mientras tanto me pruebo la ropa, y con las pilchas puestas salgo y me paseo como un modelo, con los puños doblados y la botamangas tambien, les digo, un arreglito aquí, un dobladito aca, le tomamos un poquito por, y...,ellos se van contentos.
Han cumplido. Ayudan. Están en la trinchera en "la lucha contra la pobreza". Nada más que algunos pobres necesitamos otras cosas para librar otro frente de batalla.
Necesitamos que haya otras gestiones. Que se nos escuche...,¡no como al ladrido aquel, que referìa...,el sindicalista mafioso-senador.
Aúnque.."el que me importa" -deambula entre pisos alfombrados, de parquet, de tierra, de cerámica, de ladrillos, y, o...
¡Que cosas...eh, ¡ya estoy manzo y sobón! -como dice el tango- Ya estoy en la trinchera...,con el pensamiento y todo! Ya ni me arde la cara ni me pongo colorado cuando me traen "la pulenta".
Ya no me molesta cuando los -ricachones- nos vienen a mirar como a especi menes raros. Por que somos eso...¡Para ellos!, que- no han caido todavía.
Es sabado 2 de marzo. Los Vicentino han llegado con las zapatillas y algunas otras cosas para los chicos. ¡Menos mal...por que zapatillas para los cuatros...,¡es medio sueldo de mi mujer! ¡Claro que no son de las primeras marcas que se publicitan por la televisión! ¡Claro que no!, pero...ya mis niños se olvidaron de aquellas ñañerías en que..."paapii, estas zapatillas me rozan un dedito..."¡Y ahi quedaban para Caritas! -o, "mamii, ¡yo te dije que éstas, no son iguales a las de María de Las Mercedes! y...¡A la canasta de los domingos en misa!
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Domingo 10 de marzo, las clases que se postergan, y que sì y que nò. Que los sueldos, que la titularidad, que la ruralidad que...¡El asunto es que los chicos no tienen clases! Y los maestros han iniciado una huelga para que se les pague los dias de paro y para que...,se ocupen los bancos que sobran...y, ¡todo, todo en defensa de la educación!
Bueno, ¡hoy es un día desabrido!
Marzo 15, estuve en la zona del congreso con algunos de mis ex empleados que necesitan armar un convenio con otra mutual y cooperativa de viviendas. Han conseguido un terreno y quieren convenir la construcción de viviendas.
Me han ofrecido un empleo. Quieren que me haga cargo de la adimistración y organización de sus entidades. Me han ofrecido un sueldo y la participación de
los negocios que se implementen. O mejor dicho, ¡que yo invente!
He dicho que si, y al momento se comunicaron con el gremio de los maestros, que son los que tienen interés en la construcción.
Por la tarde nos reunimos con un grupo y no pude evitar un desaliento al ver a estos luchadores por la educacion. Me dí cuenta que tenían el ego frustrado.
Había maestros que no eran maestros y estaban regenteando al gremio, y había maestros que eran políticos, y estaban organizando la huelga, y había docentes esperando en la antesala a, que los recibieran para presentar un proyecto de estructura educativa.
Y regresé al país de los maestros. -Adrogué- ¡Justito en la zona donde vivía!
Desde hace un tiempo le comento a mis niños que; -Adrogué es el país de los maestros- por que, en cada cuadra hay uno o dos o tres maestros. Y todas las mañanas cuando vamos para el colegio, los vemos salir de sus casas en sus coches.
Desde hace un tiempo, desde que andamos a patacón por cuadra, notamos eso. ¡Que las maestras vivían todas allí...y, comenzamos a prestar atención a las caras.
Después observamos que llevaban a sus hijos a los colegios privados, y ellas a dar clases en los colegios públicos, la mayoría. Y por allá, entre las neuronas embrolladas, me empezó a tintinear esa cosa de...,sus hijos a la privada, y ellas a despreocuparse en la pública con los nuestros.
¿Será ésto, atender-educar-instruir a los menos pudientes, eso de la carga social...?.¿O...serà una confesiòn encubierta? cuando dicen" que mis hijos estudien con docentes responsables. ¿Los docentes responsables, solamete estàn en los privados?, ¡cha digo, que confusiòn!
Luego de haber descubierto esa...,esa condición de apariencia, nos invadió un halito de...,¡estamos más cerca de la orilla de lo que pensabamos!
¡Inmediatamente pensè, con una sola gestión de mis servicios, nos compraria mos un automovil, ¡y una flor de casa! Con una sola gestión de mis servicios.
¡Pidan al de arriba para que me salga algo a mí!...,les solía decir a mis nenes.
Aquel día, con mis hijos nos miramos de frente, con una enorme sonrisa, por que habiamos descubierto una medida accesible. ¡Maestras, con automoviles nuevos!, ¡y con un sueldo de...500, 600, 0 700 pesos! Y aplicaban la politica del tero...,y los maestros me estaban enseñando con el ejemplo. Sus pichones bien cobijado.
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...y caminamos como, ¡con resortes en las piernas!. ¡Se me podía dar...!
El problema era de aguante. Había que pasar el invierno dijo el que bombardeó plaza de mayo. Y nosotros estamos cruzandolo. ¡Solos y a oscuras!
Hoy es 24 de marzo, ¡y florecen las protestas, los escraches y las piqueteadas! ¡Rompen y rompen vidrieras y queman y queman neumàticos!
Yo estoy con mi mujer y mis hijos esperando que me entreguen un Corsa. Verde muzgo...,lo hemos elegido entre todos, y...,me lo dá la mutual y coope rativa que administro. Es un servicio que presta a su gerente.
También la mutual me ha salido de garantía y he alquilado una casa con seis habitaciones, a tres cuadras de la estación de Adrogué. No nos hemos querido mover de la zona hasta preparar a los chicos a un nuevo ambiente, y, adecuar la estructura de la escuela a una nueva instrucción.
Estamos conservadores. Tanteamos.
La mutual y la cooperativa me están brindando un servicio de primera. En el negocio de muebles, un viejo conocido, me ha vendido los elementos a medi da, ¡baratisimos!, y los elegimos y todo.
Y hoy 24 de marzo a la noche, despues de una regia cena en El Tropezon de Av. Corrientes y Callao, regresamos a la nueva casa.
Hoy es el último dia de agosto del año 2002. Ha pasado abril, mayo, junio, julio y...¡Este mes! Los que quedaron con su plata en el corralito, ¡han fundido biela!, igual que yo. Peor, ¡sin ningún sabor!
Los que tenían su plata en el Uruguay, como el general y otros amigos...,¡estan frunciendo!...¡Y meta cacerola y cacerola y cacerola!
Nosotros somos seis, para las fiesta, para los cumpleaños...para sufrir.
Ya no tomo desiciones por mi cuenta. Ahora participan los chicos y mi mujer.
Ya no hay reingenieria financieras ni inversiones camufladas ni chequeras, ¡ni contadores, ni abogados asesores ni...!
Ahora soy empleado...de mis ex empleados.
Y por convenios con otras mutuales mis hijos tienen chequeos y regimen de alimentación y concurren a un instituto para ponerse en el nivel educativo al que concurriran el año próximo.
Mi mujer tiene un Clio color metal, y tenemos una empleada doméstica. Y todos los días tenemos dos horas obligatoria de francés...,por que...,con esto de los secuestros y el asunto de los asaltos, ¡y es como que tenemos miedo que nos confundan!
Además, he creado un sistema de operacion financiera que no permite el ingreso de la platita a los bancos. ¡Todo por las computadoras y algunos operadores ultra secretos! Tambièn, he recibido un fondo para administrar.
¡Les hago pito catalan a los confiscadores oficiales!
Por eso es que los muchachos me han dado carta libre. ¡Poder absoluto!
Hoy, después de cuatro o cinco años de miseria consecuctiva, estamos por cenar en el Alvear. ¡En el hotel Alvear!, de Quintana y Ayacucho.
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Festejamos con los mutualistas un convenio con una entidad del exterior. ¡Y Yo con toda mi familia somos los anfitriones! -andamos como los patos-. ¡Todos juntos! Ya no tengo secretarias. Mis secretarias son la nenas. Nenas adolescentes. Me llevan las agendas y me ayudan en el despacho junto a mi mujer, que, supervisa los libros, las llamadas telofónicas, los e-mail, los fax y...,está nuevamente en la facultad de ciencias económicas. Ya está el objetivo a la vista. ¡Contadora...!, ¡y después lo que sigue!
Ya no tengo contadores ni abogados de confianza, ni asesores ni amigos de la infancia...ya no tengo trepadores ni explotadores de sentimientos. Ya no.
Eso sí, a mi ex peonada, los del campo, les he formado una cooperativa de trabajo a los que les presenté a Don Pablo para integrar el grupo, y ya estan en las primeras gestiones para exportar su producción avicola y apícola. Yo los represento y les hago la gestiòn, gratis.
Los he presentado a mi amigo el viatiquero y al general Pacheco Arizmendi, y...,han hecho miga con mis varoncitos, que van recorriendo los caminos olvidados, con ellos y sus hijos y sus nietos.
Esta...,es mi última nota. Mi último pedacito escrito, y estoy haciendolo en un baño de una suite del hotel, sentado en el inodoro, fumándome un habano, tranquilo...,en paz con mi conciencia y...,lamièndome las llagas.
Confín.-folletin literario
confinadrogue @ yahoo.com.ar
Director. Juan Carlos Varela Garcìa
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