miércoles, enero 21, 2009

CANTO DEL TRABAJADOR AL TRABAJO

Hace mucho tiempo que no he subido nada a este blog. Otros tiempos estuvieron ocupando mi mente. Otas cosas. Pero, esto que tiene unos añitos...porque no presentarlo, si fueron y vinieron conmigo dentro de las valijas que me acompañaron en tantos viajes. Además, ya les pertenedce a mis congeneres de la Tercera Edad. Ahora yo tambien soy jubilado. Firmaba con Juanqui Vargas. Y, es un canto Al Trabajo. A ese lugar al que llegamos, pese a meterno de salchichas en el tren, pese a correr y llegar agitado, bajo intensa lluvia, sol a pique o viento que te arrastra. Pese a todo, cumplimos con esa tarea, con nuestro trabajo. Para ustedes amigos de la ruta y del llano.

CANTO DEL TRABAJADOR

AL TRABAJO

Siete cantos en un poema

Buenos Aires 1.976

Juanqui Varga

La Sublime Gracia.

I

He llegado a ti.

Por la ley divina que Dios proveyó,

Al cultivo eterno, de sublime gracia.

Creadora infinita en esencia pura

De ganar el pan

Que en la paz bendita

Provees… Trabajo

He llegado a ti, en la vez primera,

Trayendo conmigo,

Candor... inocencia y,

¡El susto consciente!, de saberte justo.

Pesado, insalubre, peligroso y fuerte.

Contagiando vicios... Curador de heridas...

Señor de experiencias.

El Refugio.

II

He llegado a ti.

En tiempo y distancia.

Tenso y angustiado.

...enfermo del alma.

He llegado a ti, buscando refugio,

Con dolor en lágrimas o, risas abiertas,

De sana alegría.

He llegado a ti, buscando paz, música, silencio,

Ternura, calor, y la presencia amiga,

Cordial, solidaria.

Y buscando el consejo...al conflicto y crisis y,

A contarte cosas...de amor, de candores,

Y sentí, que estabas presente y seguro...

Respondiendo a un todo, en mí cuestionar.

El Compañero.

III

He llegado a ti. ¡Ebrio de algún vino! y,

Con las prioridades de cubrir miserias, o

Las necesarias primarias de estatus.

He llegado a ti. ¡Con aire importante!

...Del ejecutivo.

Y a ti he llegado,

Con la humildad del que empieza a verte

Como al compañero de un largo camino o,

¡A la novia joven!, madura y eterna,

Que será por siempre, la fiel... necesaria,

Llamada...Tarea.

La Entrega.

IV

Yo te di, los años mejores de mí.

Yo te di, madurez, juventud, más...

¡Mi cándida adolescencia!

Mis tiempos... ¡Mis credos, pasiones!

...Fuerzas físicas, intelecto...De locas neuronas,

Que fueron forjando, de izquierda a derecha...

Ingenios creativos.

Y, de derecha a izquierda. ¡Fuerzas productivas!,

Que en acción sublime, aunadas crecieron.

Y despojado el ego de ambiciones raras

Me entregue activo, a conjugar al verbo

En tiempo presente, que empieza con...doy,

Y el infinitivo, que se llama dar...

El Valer.

V

Tu, me distes experiencias, horas extras y cansancio.

Un sueldo.

Un modo de pagar mi entrega toda.

Me abonaron -él importe-

Por el tácito contrato que inventamos,

Nos, los hombres.

Para dar un estamento, un valer... A mi sudor.

Más allá, de aquella acción que ejecuta la tarea,

Sin saber ni...preguntarme,

...de mis costos, mis valores.

La Función.

VI

Fui, aquél hombre,

Cuál frió metal, ¡acero!

Precisa pieza que cumple la función,

En alguna parte,

En industrias, en las finanzas, en las fábricas...

En la tierra y los servicios.

En el espacio que ocupé, en ti y, ¡cumplí!,

Hasta zafar por el uso, el desgaste,

Con la precisión milimètrica,

Programada por las ciencias económicas

Que proyecta y planifica el progreso del mañana.

Lealtad.

VII

Mas, quedó en ese tiempo, un espacio.

¡Que llenamos tú y yo!

Con otras cosas, huelgas, paros y protestas.

Las internas... Delegados y otras metas.

Mas, tú y yo, regresamos a nuestra esencia,

Vos, cumpliendo tus funciones...

¡Ser Tarea!,

Yo, sin ningún intermediario,

Ser el hombre que trabaja.

El n n,

Que ejecuta y consolida tu presencia...

Más allá...

Del deambular por la galaxia de los cohetes,

De los ovnis...¡Y satélites!

Y, de los traigas y los lleves,

¡De los dimes y diretes!,

Que vivimos diariamente, en confianza,

De entrecasa.

Solo vos y yo, Trabajo.

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